Una de las prácticas más cuestionadas por su peligro y falta de control ha sido el ciberacoso a menores de edad, una problemática que conduce a otro fenómeno: la violencia sexual, la cual afecta de manera similar la integridad y autoestima de la persona. Incluso, dependiendo de la frecuencia con la que el individuo esté siendo violentado, puede llevarlo a tomar decisiones incorrectas, provocando en algunas ocasiones el suicidio.
La situación ha llegado a ser tan grave que ha afectado directamente a los colegios, sin proporcionar algún tipo de control o regulación reglamentada para prevenir este tipo de acciones. Por eso, se hace necesario establecer un seguimiento de los procesos de manera severa y estricta para corregir esta tendencia negativa en las instituciones educativas.
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Por eso, la Procuraduría General de la Nación anunció nuevas medidas para la fiscalización y vigilancia de las actuaciones por parte de las autoridades competentes en la atención y abordaje integral de los casos de violencia y abuso sexual contra menores de edad en instituciones educativas públicas, presuntamente cometidos por docentes o entre los propios estudiantes. También se enfocará en las prácticas de ciberacoso y “grooming” contra menores de edad en el país.
La procuradora Margarita Cabello Blanco precisó que la entidad de control realizará una serie de visitas en el territorio nacional para recoger datos sobre situaciones de violencia física y sexual infantil en entornos educativos, verificando la activación oportuna de las respectivas rutas de atención, el cumplimiento de protocolos y el abordaje en los sectores salud, protección y justicia.
“La responsabilidad en las instituciones es de los órganos de gobierno de ellas y vemos con preocupación que hay mucha laxitud en el manejo de esa obligación. Existen los manuales de comportamiento y las reglas para proteger esos derechos, pero no se cumplen”, indicó.
De la misma manera, la jefa del Ministerio Público reafirmó su compromiso de enfrentar con severidad el persistente y reprochable panorama de violencia contra niños, niñas y adolescentes, especialmente en el entorno digital. A través de diversas herramientas tecnológicas, como Internet y las redes sociales, estos son víctimas de ciberacoso y grooming, siendo este último un concepto que involucra la conexión emocional de un adulto hacia un menor de edad, ya sea para explotarlo sexualmente o difundir contenido abusivo o humillante.
Estas son formas de violencia que tienen graves consecuencias en el bienestar emocional, físico y social de los menores de edad afectados. Por ende, Procuradora resaltó la importancia de seguir trabajando arduamente en la construcción del empoderamiento de las niñas, adolescentes y mujeres, realizando un llamado a los operadores judiciales para que tengan en cuenta la claridad en la manera que se juzguen este tipo de delitos, asignando el nombre correcto a lo que realmente sucedió, con el fin de visibilizar la violencia y la discriminación, enviando un mensaje contundente a la sociedad, a la víctima y al agresor.
Por último, advirtió que el órgano de control continuará supervisando el cumplimiento de las leyes y regulaciones relacionadas con la ciberviolencia y todas sus derivadas, para que los casos sean debidamente investigados y sancionados por la justicia colombiana. Esto garantizará la protección de las víctimas y la consolidación de estrategias integrales, de manera interinstitucional, para combatir esta práctica que ha llevado a hechos lamentables y que ha quedado impune en muchos casos.
Por otra parte, la funcionaria también hizo un llamado a la sociedad, frente a la concientización y seriedad sobre los riesgos y consecuencias de la violencia en estos entornos digitales, de acuerdo a la indebida utilización de estas herramientas tecnológicas.