En un reciente giro en las investigaciones en torno al asesinato de Hernán Franco, auditor ultimado cerca del Parque de la 93, las autoridades han desentrañado una compleja trama que vincula el crimen con disputas empresariales y proyectos de tecnología.
Según la información recolectada por Semana, Franco estaba involucrado en el desarrollo de un sitio web de citas y contenido para adultos, proyecto para el cual habría invertido una considerable suma de dinero. Este emprendimiento, aparentemente la causa del conflicto, estaría relacionado con el motivo detrás de su asesinato.
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El auditor, reconocido por su trayectoria profesional, habría destinado alrededor de 2.000 millones de pesos en la plataforma digital, sumergiéndose así en un mundo de altas apuestas financieras y relaciones complejas. El Parque de la 93, ubicación clave en este caso, se ha convertido en escenario de este suceso que ha destapado la caja de pandora de disputas empresariales y acuerdos bajo la mesa.
Entre los sospechosos figura un integrante de la familia Romero, presuntamente involucrado tanto en la empresa de tecnología como en la disputa por el control de El Arrozal, compañía donde Franco prestaba sus servicios como auditor.
Las investigaciones, que han avanzado a pasos agigantados, señalan que los conflictos giraban en torno a divergencias sobre las inversiones y la dirección del proyecto web. En un intento por resolver estas tensiones, Franco habría ofrecido la venta de un inmueble como parte de pago por una deuda relacionada con el sitio, buscando continuar con el emprendimiento por su cuenta. Este contexto de desacuerdos y negociaciones fallidas podría haber sentado las bases para el trágico desenlace.
Testimonios recolectados por las autoridades apuntan a Jonathan Romero, descrito como una figura central en las tensiones empresariales y amigo de la víctima desde 2017, como posible implicado. Este personaje emergente en la investigación se ha visto rodeado de controversia, especialmente tras amenazas dirigidas hacia otros involucrados en la disputa por El Arrozal. Según las fuentes, Romero habría sido la última persona en comunicarse con Franco antes del ataque que le costó la vida.
La Fiscalía cuenta ahora con valiosa información que contribuye a esclarecer los motivos detrás del homicidio, incluyendo detalles financieros, empresariales y personales que delinean un cuadro de intrigas y conflictos. La justicia, lejos de permitir que el caso caiga en la impunidad, se acerca cada vez más a determinar a los responsables intelectuales del crimen, con la perspectiva de llevar a cabo las primeras diligencias de interrogatorio.
Revelan participación del sospechoso en velorio y clínica de Hernán Franco en Bogotá
En un giro en la investigación del asesinato de Hernán Roberto Franco Charry, ocurrido el 21 de febrero en la lujosa zona del parque de la 93 en Bogotá, se ha revelado que el principal sospechoso del crimen había asistido tanto a la clínica donde fue llevado Franco Charry tras el ataque como al velorio del fallecido empresario. Esta información, proveniente de testimonios y confirmada por las autoridades, añade una nueva capa de complejidad al caso que ha conmocionado a la opinión pública.
Los investigadores, basándose en evidencia y análisis de las circunstancias que rodearon el suceso, han destacado el comportamiento del sospechoso, que tenía una larga asociación profesional con Franco Charry, incluso después de dejar de trabajar directamente para él. Este individuo, cuya identidad aún no ha sido revelada en detalle, mostró un comportamiento nervioso en la clínica y durante el velorio, según se extrajo de declaraciones de testigos. Adicionalmente, el día del asesinato, se presentó en el lugar de los hechos antes de trasladar a Franco Charry al centro médico, y se le observó comentando sobre la muerte del empresario a otra persona. La vigilancia sobre los movimientos y actividades de Franco Charry fue tal, que incluso después de terminar su relación laboral, el sospechoso se mantuvo en contacto con familiares y empleados del empresario mediante redes sociales.
La decisión de Hernán Franco de incrementar su seguridad contratando escoltas personales en diciembre de 2023, tras recibir amenazas de parte de algunos de sus clientes, subraya el clima de tensión y peligro que envolvía su vida en los meses previos a su muerte. El empresario fue declarado muerto después de sufrir tres impactos de bala en el cuello y rostro, un detalle confirmado tras la inspección de su cuerpo en la Clínica El Country.