Con nueve votos a favor y cinco en contra el Congreso de la República hundió el 3 de abril el proyecto de reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro que, entre otras cosas, buscaba que los recursos de la salud los manejaran las alcaldías municipales y no las EPS, como se viene haciendo hasta ahora.
Fue en la Comisión Séptima del Senado en donde nueve congresistas manifestaron su posición de archivar dicho proyecto de ley, que junto a la reforma pensional y la laboral hacía parte de las tres grandes iniciativas del mandatario colombiano.
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El hecho se dio en un contexto de intervenciones de la Superintendencia de Salud en dos entidades de salud: EPS Sanitas y Nueva EPS, lo que augura un futuro incierto para las mismas ante dificultades financieras.
Tras lo sucedido en el Congreso, hubo todo tipo de reacciones, entre ellas del sector productivos del país. Por ejemplo, el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA, anotó que la Comisión Séptima del Senado de la República se pronunció con rigor y expresando lo que la ciudadanía reclama: que ese proyecto de reforma de la salud no pueda ser aprobado en el Congreso de la República y no se convierta en ley de la República.
“Es un proyecto que tiene serias deficiencias constitucionales. Es un proyecto que, entre una u otra suma de iniciativas y de proposiciones, es o era un Frankenstein en materia de salud. Es un proyecto que iba en contravía de mejorar el sistema de salud, que por el contrario generaba riesgos profundos en gestión financiera y en gestión operativa, que generaba dificultades para los pacientes y aquí el futuro, era un proyecto que no tenía ni pies ni cabeza”, señaló el exfuncionario.
No obstante, Restrepo advirtió que “ahora el país se enfrenta a un dilema adicional de que no se implemente esta propuesta, este Frankestein, por la vía de los decretos y que no se destruya el sistema de salud”.
Remarcó José Manuel Restrepo que las intervenciones tienen un tufo de retaliación por lo que sucedió en el Senado de la República.
Otro que se pronunció al respecto fue el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, quien también es presidente del Consejo Gremial Nacional (CGN).
Dijo que es “incomprensible el argumento de que no se puede estar en desacuerdo con la reforma de la salud, incluso, que se puede archivar, porque eso puede despertar represalias y reacciones desmedidas”.
Además, que “en democracia el uso desmedido del poder es inaceptable”. Por eso, insistió en que “es momento de hacer un llamado al cumplimiento riguroso de la constitución, la ley y el marco institucional”.
Oportunidad para redactar nuevo proyecto
Por su parte, la presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), María Clauida Lacouture, señaló que la votación por el archivo hoy del proyecto de reforma a la salud debe verse como una nueva oportunidad para redactar un nuevo proyecto que en efecto mejore el actual sistema de salud, con el consenso necesario para beneficiar a todos los colombianos.
Archivo era urgente
Entretanto, el expresidente de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) Francisco José Lloreda aseguró que el archivo de la reforma a la salud era urgente.
“¡Bien, Colombia! El archivo de la reforma a la salud era urgente. El Gobierno labró su derrota. Gratitud a los senadores de la Comisión VII por cumplirle al país”, dijo.. Asimismo, advirtió que “la venganza: la intervención de las EPS y una feroz cacería de brujas”.
Reforma inconveniente
De igual forma, el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas adujo que el Gobierno de Gustavo Petro tiene que aceptar los resultados de haber presentado una mala reforma a la salud.
“Era una reforma inconveniente que significaba un retroceso, no un avance. Ahora que no trate de imponer sus ideas por la puerta de atrás”, apuntó.