El 3 de abril de 1924 nació uno de los actores estadounidenses más importantes del cine: Marlon Brandon Jr., que dejó una huella con su interpretación de Vito Corleone, en El padrino.
En sus ocho décadas de vida tuvo todos los reconocimientos por sus actuaciones en el cine y teatro, pero también fue centro de polémicas, al punto de ser señalado como uno de los actores rebeldes de Hollywood; incluso, fue acusado de abusador sexual.
Si Brando no hubiera muerto, hoy 3 de abril del 2024, se cumpliría un siglo de existencia, y el relato popular señala que alguna vez esté afamado actor visitó Colombia, en donde también tuvo sus polémicas, pues hasta fue encarcelado en el país.
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Este hecho anecdótico fue difundido y confirmado por El Tiempo en 1969, que registró la historia ocurrida en Cartagena durante la filmación de la película Queimada (La quemada), en la exuberante ciudad de Cartagena, Colombia. Aunque Brando ya era un nombre consolidado en Hollywood, con un Óscar en su haber por su papel en Nido de ratas (On the Waterfront, en inglés) su incursión en la ciudad costera colombiana lo llevó a enfrentar un inesperado encuentro con la ley.
La travesía de Brando por Colombia se remonta cuando se embarcó en el proyecto cinematográfico dirigido por el talentoso Gillo Pontecorvo. La trama de Queimada (La quemada) giraba en torno a un agente inglés, interpretado por Brando, enviado a una isla ficticia del Caribe para fomentar una rebelión contra los portugueses. La elección de Cartagena como locación principal añadió un encanto colonial al filme, atrayendo la atención del mundo hacia esta ciudad caribeña.
Durante los diez meses que Brando pasó entre Los Ángeles y Cartagena para filmar, un incidente peculiar marcó su estadía. Se vio involucrado en un altercado con las autoridades colombianas en el aeropuerto de Barranquilla, cuando intentaba enviar varios animales silvestres, incluyendo un tigrillo, a un zoológico en Estados Unidos, según la explicación que dio Brando cuando se le cuestionó lo que pretendía hacer con los animales.
“Inspectores del Instituto de Desarrollo de los Recursos Naturales Renovables decomisaron un tigrillo al actor Marlon Brando, en el aeropuerto local”, fue como se registró el hecho en El Tiempo.
Sin embargo, la ley colombiana prohibía la captura de tigrillos menores de 70 centímetros, lo que generó un enfrentamiento entre Brando, su secretaria personal y las autoridades.
Aunque Brando y su equipo intentaron argumentar su caso, las autoridades no cedieron, resultando en la detención del tigrillo y su traslado a un zoológico en Cartagena. A pesar de este percance, Brando continuó con la filmación de sus escenas en la ciudad caribeña.
La relación entre Brando y Gillo Pontecorvo, director de cine italiano, durante el rodaje de Queimada también fue objeto de atención. Según testimonios de personas involucradas en la producción, la tensión entre el director italiano y el actor estadounidense era palpable. Brando, conocido por su temperamento fuerte, se resistía a las ideas políticas que Pontecorvo intentaba plasmar en la película, lo que resultó en enfrentamientos constantes entre ambos.
A pesar de las dificultades, el legado de “Queimada” perdura en la memoria colectiva de Cartagena. Lugares emblemáticos como el edificio de la Gobernación, la plaza de Santo Domingo y el mercado de Getsemaní se convirtieron en escenarios vivos de la película, recordando la presencia de Brando y su impacto en la ciudad.
El reconocimiento internacional de Marlon Brando como uno de los más grandes actores de todos los tiempos trasciende fronteras y épocas. Su participación en “Queimada” puede considerarse como un capítulo menos conocido en su prolífica carrera, pero deja una marca indeleble en la historia del cine y en la memoria de aquellos que presenciaron su paso por las calles de Cartagena.
*Esta nota fue hecha con ayuda de I.A.