Las alarmas están prendidas en el país por el fenómeno de El Niño y el consecuente bajo nivel de los embalses de las hidroeléctricas, que han desencadenado un incremento del precio de la energía en bolsa, al pasar desde unos $500 el kilovatio hora a $1.186,6/kWh.
Ahora, el temor recae en que este aumento afecte a los usuarios finales, como lo han advertido los comercializadores. De hecho, el Dane informó que durante febrero el recibo de la luz tuvo un incremento 21,36%.
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Para Yulieth Porras, presidente de Codisgen, no se puede dar un porcentaje exacto del incremento que pueda tener en adelante la energía para los usuarios, pues eso “depende de las condiciones de cada mercado, la exposición y la demanda”, según le dijo al diario La República. Lo único que apuntó es que con los aumentos actuales, habrá “un incremento en el componente de generación superior a 10%”.
Julio César Vera, presidente de Xua Energy, dijo por su parte que el alza se vería “en especial, para usuarios atendidos por comercializadores más expuestos al mercado de bolsa y con menor cobertura en contratos”.
Una visión más positiva ofreció Alejandro Castañeda, director ejecutivo de Andeg, para quien no habría un efecto de tanta magnitud. “Los incrementos de 15 o 20 días en los precios de bolsa, solamente terminarían afectando 1% y 3% de lo que paga. Si se pagaron $100.000 en marzo, pues en abril pagarán más o menos $103.000″, le dijo a La República.
Lo cierto es que la situación ha causado enfrentamientos entre los actores de la cadena. Los comercializadores afirman que deben adquirir más energía en bolsa, pero a precios muy altos, debido al aumento del consumo y la poca oferta por medio de contratos a largo plazo, lo cual terminará repercutiendo en los usuarios.
Pero las generadoras recuerdan que la factura que pagan los ciudadanos se componen de la generación, transmisión, distribución, comercialización, pérdidas y restricciones.
Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía, le dijo al diario La República que es urgente activar la Resolución Creg 026 de 2014 o Estatuto para Situaciones de Riesgo de Desabastecimiento. “Debe asegurarse que toda la energía térmica sea utilizada a precio de escasez y que el agua de las hidroeléctricas se guarde al precio económico definido, sin que esto implique, en ningún caso, un costo adicional a los usuarios en el componente de restricciones”, le explicó a ese medio.
Ese estatuto establece un mecanismo que basa los costos en el índice de energía disponible de corto plazo (ED), el índice de precio de bolsa en periodos punta (PBP) y el índice de análisis energético (AE).
“Es la resolución donde se definen las reglas para el cálculo de la senda de referencia de los embalses y cuáles se consideran los niveles de alarma y críticos para el sistema eléctrico y las medidas que se deben tomar al respecto para proteger el nivel de los embalses, el respaldo con energía térmica y las reglas de despacho y precios aplicables”, le dijo al medio mencionado.
En medio de toda la situación, XM advirtió un considerable aumento en el consumo de energía, llegando a un incremento del 8,31% en marzo en comparación con el mismo mes de 2023. Eso contrasta con la baja oferta en medio del fenómeno de El Niño, que causó una disminución en los embalses del 31,86%, llegando a mínimos históricos en los últimos 20 años.
Esto afectaría el bolsillo de los colombianos cuyo suministro de energía dependa de empresas que no cuentan con reservas de energía y deban recurrir a comprarla en bolsa.