El inicio de la temporada de lluvias en Bogotá y los municipios cercanos no solo han dejado calles encharcadas y viviendas inundadas, sino que ha generado una preocupante emergencia ambiental. Una espuma tóxica, proveniente de un pequeño riachuelo de la montaña, ha invadido varias viviendas en el barrio La Esperanza.
Estas aguas con espuma tóxica han hecho que los residentes de nueve sectores deban desplazarse de sus viviendas, pues las aguas han causado estragos y han obligado a que abandonen temporalmente sus hogares por temor a las repercusiones en la salud. Las autoridades aún no tienen el censo de los afectados.
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La espuma, descrita como maloliente y altamente contaminante, se ha infiltrado en salas y comedores, convirtiéndose en un serio problema para la comunidad. La situación se exacerbó durante la noche del lunes 1 de abril, cuando los fuertes aguaceros aumentaron el flujo de la espuma hacia las casas, dejando a los residentes en una situación desesperada, según pudo conocer el Ojo de la noche de Blu Radio.
“Me toca dormir aquí en la calle porque el alcalde Perico no ha sido capaz de prestarnos una máquina”, se escucha decir a la residente en el video que le hicieron llegar al medio referido. “Mi hijo está adentro. No hay fondos, supuestamente”, agrega la mujer. Y es que, al parecer, sin importar los llamados de auxilio, los organismos de socorro no han logrado contener la inundación, lo que aumentó la frustración y angustia de la comunidad.
El alcalde de Soacha, Víctor Julián Sánchez, le dijo a Blu Radio que esta espuma era producto de “altos niveles de contaminación en el sector de la comuna 4 por la actividad económica” de empresas productoras de plástico. Además, agregó que “la alta carga de grasas, detergentes y aceites, sumado a la precipitación, crea el movimiento y se genera el factor contaminante de la espuma”.
El mandatario, conocido como Perico, aseguró que muchas de las fábricas que vierten contaminantes en los afluentes son ilegales. “A través de la Secretaría de Ambiente se hacen los cierres respectivos, pero desafortunadamente esta es una actividad creciente y la afectación es mayúscula (...) todas las semanas, en conjunto con la CAR, se hace el seguimiento y aparecen más”.
¿Qué es la espuma tóxica y por qué es peligrosa para la salud?
En Soacha, Cundinamarca, una vez más la comunidad se ve afectada por la presencia de una espuma tóxica proveniente de aguas residuales, generando malestar entre los residentes de la zona, un sector de viviendas autoconstruidas en el municipio. Esta vez, el desbordamiento de un barranco de aguas residuales bajo el aguacero desató la espuma.
Según ha informado la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), la espuma se forma cuando las aguas residuales se mezclan con el movimiento constante de las lluvias, creando un torbellino que luego se transforma en espuma. En 2022, cuando este fenómeno alarmó por primera vez, se podían ver nubes de espuma que alcanzaban una altura de hasta cinco metros.
Keile Rondón, coordinador de urgencias del hospital Mario Gaitán Yanguas de Soacha, advirtió sobre los riesgos para la salud que implica el contacto con esta sustancia. El médico indico al diario El Tiempo que “puede tener repercusión en vías respiratorias tanto bajas como altas, así como a consecuencias en la piel si se tiene contacto con ella”. A pesar de que aún no se sabe qué tipo de químicos contienen estas aguas, lo cierto es que resultados previos han arrojado que cuentan con elevados niveles de sodio.
Este fenómeno no es nuevo para los habitantes de la zona. Desde junio de 2022, durante la fuerte temporada de lluvias, la espuma tóxica se ha convertido en una situación recurrente cada vez que llegan los aguaceros. En noviembre de ese mismo año, los residentes del barrio afectado denunciaron que una nube de espuma cubrió hasta 30 casas de la comunidad.
A pesar de ello, las medidas tomadas por las autoridades locales han sido insuficientes, lo que ha llevado a los propios residentes a tomar acciones como contratar maquinaria para limpiar el barrio, según conoció el medio Periodismo Público.
La situación se agrava debido a la falta de alcantarillados en los barrios autoconstruidos de la periferia, lo que contribuye a la recurrencia del problema. De hecho, el mismo medio indicó que las autoridades señalaron que por los asentamientos informales no se habían implementado medidas de gestión del riesgo.
Lo cierto es que esta situación repetitiva tiene en alerta a los habitantes de la zona, quienes afirman que hay dos cosas que no cambian tan pronto se presentan las lluvias: la falta de apoyo de las autoridades y “los olores insoportables”.