En un hecho casi que inédito, el lunes 1° de abril, al reconocido periodista radial Juan Pablo Calvás le tocó contar en vivo, durante la emisión de su programa en la emisora La W Radio un hecho de su vida privada y familiar, luego de que fueran cuestionadas sus investigaciones por unas presuntas irregularidades en contratación en el canal público Radio Televisión Nacional de Colombia (Rtvc).
Todo se dio porque el veterano comunicador, junto con el equipo periodístico, han documentando situaciones como que una pariente del subgerente de soporte corporativo de Rtvc, Jorge Arzuaga, fue escogida para un cargo en esa entidad, tras una convocatoria que estuvo abierta por tan solo 9 horas.
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Así como también han alertado porque, al parecer, el mencionado directivo pareciera el verdadero gerente, y no Nórida Rodríguez que es la titular oficial en el cargo, por lo que han conocido posibles inconsistencias que incluirían celebración indebida de contratos o direccionadas.
Las denuncias que han hecho desde La W conllevaron a que desde la Procuraduría General de la Nación iniciaran las indagaciones correspondientes contra Arzuaga y Rodríguez, las cuales están en curso.
Sin embargo, a la vez que el periodista fue haciendo las revelaciones, al mismo tiempo comenzaron a cuestionarlo en redes sociales, ya que Calvás también trabajó en Rtvc y realizó procesos contractuales, y ahí encontraron un detalle por el que se sembró la duda sobre el periodista: que adoptó otro apellido.
Quien lo dio a conocer este hecho fue el periodista Gonzalo Guillén, cercano al Gobierno Nacional, que en un artículo de su medio La Nueva Prensa señaló señaló que el periodista utilizó dos cédulas diferentes donde en una figuraba como Juan Pablo Poveda y otra con su nombre actual.
Ante ese señalamiento, el destacado locutor se vio obligado a contar la razón por la que se cambió el apellido en una emotiva emisión, donde mostró una fotografía cuando era niño, junto a su padre y su abuela adoptiva, una ciudadana francesa que llegó a Colombia huyendo de la Segunda Guerra Mundial y que se llamaba Andrée Calvás.
Según relató, su progenitor llevaba el apellido Poveda por su madre biológica, sin embargo, cuando era menor de edad fue acogido y criado por la europea, para que tiempo después decidiera honrarla con ese nuevo nombre.
“Muchos años después, cuando mi abuela murió, mi papá decidió cambiar su apellido en honor a su mamá, la que lo adoptó. Por ello, mi hermano y yo decidimos hacer lo mismo y cambiar nuestro apellido a Calvás. Por amor a mi papá y mi abuela”, afirmó.
En el mismo programa contó que pese a ese cambio en sus documentos de identidad, todos los procesos de contratación se finiquitaron en completa transparencia y podía demostrarlo.
“Efectivamente yo alcancé a tener una cédula que decía Juan Pablo Poveda. No es una pena contar la propia historia, pero es personal e íntima”, reprochó.
El episodio provocó la solidaridad de más colegas del comunicador, como fue el caso de Gustavo Gómez de Caracol Radio.
“Como se llame Juan Pablo, siempre será Juan Pablo. Y siempre será un ejemplo de ética y de honestidad”, dijo en una columna radial.
Lo mismo hizo el humorista político Daniel Samper desde su cuenta de X: “Plena solidaridad con mi colega @JuanPabloCalvas, un periodista intachable y ejemplar. Que nada lo detenga en su investigación sobre RTVC (sic)”.
Incluso un funcionario del Gobierno Nacional, el cónsul de Colombia en México, Andrés Hernández, descalificó que se hubieran metido en la intimidad de Calvás por cuenta de sus investigaciones.
“Nunca la vida privada de las personas puede ser el arma para atacar y acabar, jamás en mi vida he aceptado que se metan con mi vida privada y familiar y este caso de Juan Pablo, es esa clara muestra de lo que JAMAS se debe hacer en el periodismo. Mi solidariadad con @JuanPabloCalvas (sic)”, trinó.