En agosto de 2023, la muerte de Mérida González, Bernardo y Ana Isabel Giraldo generó gran indignación en Risaralda. Los adultos mayores fueron encontrados sin vida y con señales de tortura en una vivienda en la vereda La Paloma, del municipio de Santa Rosa de Cabal.
Días más tarde, se registró la captura de Juan Carlos Villa, que junto a su hermano José Alfredo Villa Cardona fueron acusados de asesinar a estas tres personas; sumado a esto, se conoció que en los últimos 11 años El Enano había terminado con la vida de ocho adultos mayores más y un menor de edad.
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Respecto al modus operandi, la Fiscalía remarcó que el catalogado asesino en serie buscaba adultos mayores con la intención de robarlos, fingiendo ser sordo, pero durante los hechos terminaba asesinándolos, en la mayoría de los casos, con arma blanca.
Siete meses después de su captura, Villa Cardona y sus familiares rompieron el silencio, ante las cámaras del programa Séptimo Día, remarcando que la madre de los dos implicados, María Cardona, pidió que su hijo pague por sus crímenes, resaltando que, en su opinión, tiene una enfermedad mental.
“Yo sé que él nunca va a salir de allá. Que le den el beneficio y lo pasen con un psiquiatra, pa’ eso es el psiquiatra, pa’ eso es el psicólogo, para que lo estudien y si debe pagar lo que hizo, porque yo no estoy de acuerdo con lo que hizo, pero él está enfermo”, afirmó María Cardona.
Desde la Estación Apía en Risaralda, el confeso asesino se mostró cómodo con su situación, descartó que quiera fugarse y aseguró que algo en su cabeza no está del todo bien.
“Eso es falso, porque en ningún momento usted tiene un video donde yo haya dicho que yo me quiero volar. Yo hoy puedo estar bien, me puedo levantar lo más de elegante, mañana me puedo bañar con mi mismo estiércol. La mente no me coordina bien”, declaró Luis Carlos Villa a Séptimo Día.
Villa aseguró que no se arrepentía de sus acciones y remarcó varios hechos que vivió durante su infancia, los que para él ayudaron a que encontrara en la violencia una solución para sus problemas.
“Yo era un niño, a mí me dejaban donde mis abuelos y me daban estudio, si no que sí, me pasaron cosas. Unos peladitos que me quitaban la lonchera me pegaban y se burlaban, porque yo no tenía a mi papá ni a mi mamá, que no me visitaban. Hasta que yo, a los 10 años, después de ver que ellos abusaban de mí, entonces yo lo cogí y lo apuñalé y no me arrepiento”, afirmó el confeso asesino.
Sobre por qué se acercaba a adultos mayores, se justificó asegurando que la muerte de su padre y tío lo marcaron, y sin ningún tipo de explicación aseguró que odiaba a las personas de edad.
“En ningún momento he sido violado ni nada, pero le voy a decir que desde que a mí me mataron a mi tío y mi papá se murió en la cárcel, yo odio a las personas de edad. En ningún momento lo hice por necesidad, es una mentira, el daño mío es diferente, yo mantengo un odio con la humanidad”, aseguró Luis Villa.
Por último, el confeso asesino aseguró que no tiene deseo de salir de prisión, pero en similitud con lo que piensa su madre, pidió recibir un tratamiento psicológico.
“Me sentía vacío. Ver sangre me tranquiliza, pero a la vez me da como una paz. Yo no estoy diciendo que me suelten, yo merezco un castigo, pero merezco mi tratamiento”, puntualizó Villa.