En un reciente fallo, el Consejo de Estado denegó las solicitudes de reparación de siete militares que fueron secuestrados por las extintas Farc-EP, tras determinar que los demandantes no presentaron sus solicitudes dentro del límite de dos años establecido para tales peticiones.
Este grupo de militares fue secuestrado el 3 de marzo de 1998 en El Billar, Cartagena del Chairá, Caquetá, durante uno de los ataques más violentos registrados por las Farc, que resultó en la muerte de 61 militares y la captura de otros 43, incluyendo a algunos civiles.
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Esta decisión concluye que, aunque los militares sufrieron condiciones inhumanas y fueron sometidos a diversas formas de violencia durante su cautiverio, el tiempo legal para solicitar compensación había expirado. El ataque de 1998 en El Billar es recordado como uno de los eventos más trágicos en la historia del conflicto armado en Colombia, representando un momento significativo en la lucha entre las fuerzas del estado y la entonces guerrilla de las Farc.
La negativa del Consejo de Estado a indemnizar a los militares secuestrados subraya la importancia de los plazos legales en el proceso de reparación y pone de manifiesto los retos a los que se enfrentan las víctimas del conflicto armado en Colombia para obtener justicia y compensación.
La decisión generó un nuevo debate sobre los mecanismos de reparación a las víctimas y la necesidad de revisar los plazos legales para presentar tales demandas.
Este fallo, además, pone en relieve las complejidades del sistema jurídico colombiano y la continua búsqueda de reparación por parte de las víctimas de uno de los períodos más oscuros del país. La resolución del Consejo de Estado no solo afecta a los siete militares demandantes, sino que también podría tener implicaciones para futuras solicitudes de indemnización por parte de víctimas de situaciones similares.
En una prolongada incursión de las Farc-EP que se extendió por tres días culminó con el secuestro de 43 miembros del ejército, quienes enfrentaron condiciones inhumanas de cautiverio. La liberación de la mayoría de los secuestrados ocurrió el 30 de junio de 2001, excepto por el sargento primero José Miguel Arteaga, quien fue liberado el 2 de julio de 2008 durante la Operación Jaque.
A raíz de este episodio, los militares liberados presentaron una demanda contra el Estado por daños morales y perjuicios causados durante su captura, argumentando una falta de preparación y recursos suficientes para su defensa. Sin embargo, tanto el Tribunal Administrativo de Cundinamarca como el Consejo de Estado rechazaron la demanda, basándose en la tardanza de la presentación de la misma.
Los soldados cautivos, incluidos Nelson Enrique Rada Pérez, Alexander Guerra Llanos, Darío de la Rosa Sánchez, Nilson Leandro Sánchez Rojas, Epifanio Sarmiento Santos y Edilberto López Beltrán, vivieron bajo condiciones severas, sometidos a torturas y maltratos. La narrativa de su detención y las difíciles condiciones de su cautiverio resurgieron en las declaraciones dadas ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en un intento por reconstruir la verdad de los acontecimientos durante el conflicto armado con las Farc.
La decisión judicial del Consejo de Estado de no acceder a las demandas de los militares liberados se basó en el argumento de que los militares disponían de un plazo de dos años posterior a su liberación para presentar su caso, plazo que fue superado con creces, dado que las demandas se interpusieron solo en el año 2018. Esta decisión ha generado debate sobre el acceso a la justicia y el reconocimiento del sufrimiento de las víctimas del conflicto armado en Colombia.
La narración de las adversidades enfrentadas por los militares durante su periodo de secuestro detalla un panorama de desesperanza y dolor. Estas experiencias, compartidas en foros de verdad y reconciliación como la JEP, buscan contribuir a la comprensión y el tratamiento del legado del conflicto armado en el país, remarcando la urgencia de prestar atención a las voces de las víctimas y garantizar sus derechos a la justicia y reparación.