Imágenes del torrencial aguacero y la impactante granizada que cayó en Bogotá se tomaron las redes sociales

La capital colombiana fue sorprendida el lunes 1 de abril por un fuerte aguacero acompañado de granizo, que terminó afectando la movilidad en varios tramos de Bogotá. De acuerdo con informes del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger), el fenómeno meteorológico inició cerca del mediodía, afectando inicialmente a localidades como Puente Aranda, Antonio Nariño, Bosa, Kennedy, Engativá y Fontibón.

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Las condiciones climáticas se intensificaron rápidamente, expandiéndose a Ciudad Bolívar, Usme, el centro de la capital, Chapinero, Mártires y Santa Fe hacia las 2:25 de la tarde; también se evidenció una notable actividad eléctrica en el norte de la ciudad, especialmente en las localidades de Suba, Usaquén y Barrios Unidos.

Estos eventos climáticos terminaron por generar una amplia reacción en redes sociales, donde los ciudadanos compartieron numerosos videos y fotos del fenómeno.

“Las fuerzas de la naturaleza se hicieron sentir en diferentes partes de nuestra ciudad”, expresaron varios usuarios, evidenciando la magnitud de las lluvias y la granizada. Aunque el Ideam señaló que estas lluvias no están directamente relacionadas con el inicio del fenómeno de La Niña, sí resaltaron que marcan una tendencia hacia eventos meteorológicos más intensos en la región.

La granizada y las fuertes lluvias no solo capturaron la atención de los bogotanos en las redes, sino que también pusieron a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y servicios de emergencia de la ciudad. La interrupción del flujo vehicular en varias arterias importantes y los daños a infraestructuras son testimonio del impacto que este tipo de fenómenos pueden tener en una capital como Bogotá.

Una llovizna puede intensificarse en un fuerte aguacero y granizada debido a varios factores meteorológicos. En primer lugar, la temperatura y la humedad en diferentes capas de la atmósfera juegan un papel crucial. Cuando hay suficiente humedad en el aire y el suelo se calienta, el aire caliente y húmedo asciende en la atmósfera, creando corrientes ascendentes. A medida que este aire asciende, se enfría y la humedad se condensa formando nubes y, eventualmente, precipitaciones.

Si las corrientes ascendentes son fuertes, pueden llevar gotas de agua hacia capas superiores de la atmósfera donde las temperaturas son mucho más bajas. Esto provoca que las gotas se congelen y formen granizo. Las corrientes ascendentes y descendentes dentro de la nube pueden hacer que el granizo suba y baje, creciendo en tamaño antes de finalmente caer al suelo cuando el peso ya no puede ser soportado por la corriente ascendente.

La transición de una llovizna a un aguacero y luego a granizada se da también por la existencia de sistemas de baja presión que favorecen la formación de nubes de desarrollo vertical, conocidas como cumulonimbos, que son responsables de las lluvias intensas y fenómenos como la granizada.

Bogotá presenciará un evento astronómico peculiar conocido como el día sin sombra o día del sol cenital el próximo martes 2 de abril. Este fenómeno ocurre cuando el Sol se posiciona directamente sobre la vertical, en el cenit, lo que hace que los rayos solares incidan perpendicularmente sobre la Tierra, eliminando brevemente las sombras de objetos verticales, como las personas. Este efecto es resultado de la inclinación de la Tierra, especificada en 23,5º respecto a su eje, una condición que permite este tipo de incidencia solar directa solo en ciertas áreas geográficas, específicamente en las zonas intertropicales y en los trópicos de Cáncer y Capricornio, donde el fenómeno puede observarse hasta dos veces al año.

El profesor Santiago Vargas, del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de la Universidad Nacional, explicó que el día cenital no solo es un espectáculo visual, sino que también ofrece datos clave para el estudio científico de la atmósfera, la ionosfera y ha sido fundamental en la precisión geográfica para la elaboración de mapas a lo largo de la historia. También resalta la curiosidad humana innata hacia la luz y la sombra, elementos con los cuales hemos jugado desde la infancia.

Este fenómeno destaca la importancia de entender los mecanismos astronómicos y geográficos que rigen las condiciones climáticas y ambientales de la Tierra, proporcionando una base para explicar las estaciones y la distribución de la luz solar. La observación del día cenital no es nueva; civilizaciones prehispánicas ya registraban este evento, construyendo estructuras con aperturas estratégicas para marcar el momento exacto en que el sol alcanza su posición cenital, demostrando un avanzado conocimiento astronómico.

*Esta nota fue hecha con ayuda de la I.A.