El líder político y excomandante de las Farc- EP, Rodrigo Londoño Echeverri, ampliamente conocido como Timochenko, hizo una revelación el sábado 30 de marzo, en la que señaló que su WhatsApp fue comprometido por hackers, por lo que instó al público a no responder a los mensajes que provengan de esta plataforma y, sobre todo, en los que se hacen pasar por él.
El llamado urgente llegó a través de las redes sociales, donde Londoño escribió: “Ha sido hackeada mi cuenta de WhatsApp. Ruego no atender los mensajes que reciban a nombre mío y denunciar a la policía. Agradezco divulgar este mensaje”.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Esta declaración, proveniente de una figura pública que salió de las filas de un grupo guerrillero, por lo que esto provocó una gran inquietud y preocupación.
Londoño, que ahora lidera el partido político Comunes tras la firma del acuerdo de paz con el gobierno colombiano en 2016, instó a la ciudadanía a reportar cualquier mensaje sospechoso que reciban de su parte a las autoridades pertinentes. Además, ha hecho un llamado explícito a la Policía Nacional y a la Fiscalía General de la Nación para que estén en máxima alerta frente a esta situación.
Este incidente no solo plantea preocupaciones sobre la privacidad y seguridad digital de una figura política prominente, sino que también genera interrogantes sobre posibles motivaciones detrás del hackeo y qué repercusiones podría tener en el panorama político nacional. La capacidad de influencia de Londoño, tanto en el ámbito político como en el social, lo convierte en un blanco potencialmente atractivo para actores malintencionados.
Este es el pasado de ‘Timochenko’, razón por la que su hackeo puede ser peligroso
Timochenko, emergió como una figura clave en la historia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (Farc-EP), asumiendo el liderazgo de esta guerrilla después de la muerte de sus antecesores, Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda, y Guillermo León Sáenz Vargas, alias Alfonso Cano. Sin embargo, la trayectoria de Londoño sigue envuelta en un halo de misterio y controversia.
Originario del departamento de Quindío, en el corazón cafetero de Colombia, la vida de Timochenko ha estado marcada por la turbulencia política y social del país. Se han planteado especulaciones sobre su formación como médico profesional, pero la falta de evidencia concreta deja abiertas interrogantes sobre su educación y primeros años. Lo que sí se sabe es que recibió entrenamiento en Cuba y Rusia, y su alias fue seleccionado en homenaje a un célebre general soviético de la Segunda Guerra Mundial.
El reconocimiento oficial de su liderazgo llegó en 2011, tras la muerte de Alfonso Cano. Desde entonces, Londoño desempeñó un papel fundamental en las negociaciones de paz con el gobierno colombiano, que culminaron en el histórico Acuerdo de Paz en 2016. Este acuerdo marcó el fin de décadas de conflicto armado y estableció el camino para la transformación de las Farc en un partido político, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc).
Londoño fue elegido presidente del nuevo partido y anunció su candidatura presidencial, aunque problemas cardíacos lo llevaron a retirarse de la contienda electoral. A pesar de su participación en la política y los esfuerzos de reconciliación, Londoño enfrenta acusaciones de crímenes que van desde el secuestro hasta ataques terroristas, lo que le ha valido una circular roja de Interpol y más de cien órdenes de captura. Sin embargo, con la firma de los Acuerdos de Paz, las autoridades colombianas suspendieron las órdenes de captura en su contra.
Debido a su historial en las filas guerrilleras, organización criminal a la que se le atribuyen numerosos delitos, que van desde asesinatos y secuestros hasta torturas, entre otros, cualquier mensaje proveniente de su número de WhatsApp puede generar ansiedad o tensión, especialmente considerando la percepción que la sociedad colombiana tiene de este individuo.