Gustavo Bolívar, que oficia como director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), se cansó de los señalamientos en su contra por utilizar sus redes sociales para defender al presidente de la República, Gustavo Petro: en otras palabras, por lo que sería su activismo desbordado en sus perfiles, pese a ser un funcionario público, cuyo salario es pagado –básicamente– por los impuestos de los colombianos. Y se pronunció acerca de las acusaciones en su contra.
Bolívar, que aspiró sin éxito a la Alcaldía de Bogotá luego de haber sido senador, y que llegó a la dependencia oficial que en 2024 tendrá un presupuesto total que supera los 10 billones de pesos, se desahogó ante los cuestionamientos de que estaría haciendo un uso indebido de las plataformas digitales para salir en defensa del jefe de Estado, que ha sido blanco de cuestionamientos por los escándalos que salpican su Gobierno, en los primeros 20 meses de gestión.
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En su perfil de X (antes Twitter), que se ha convertido en su principal “trinchera”, Bolívar se despachó contra los que –según él– quieren silenciar a uno de los “escuderos” del primer mandatario, como se autodenominó el excongresista y hoy responsable de uno de los botines más jugosos del Ejecutivo, del que se espera sea destinado a múltiples obras sociales durante el transcurso de la presente vigencia.
“¡Qué ingenuos! Ya me están montando la matriz de que al ser miembro del Estado no puedo tuitear. Ya quisieran que el presidente Petro se quedara sin escudero”, manifestó el funcionario en su perfil, en el que defendió su deseo de poder expresarse a favor de su jefe y promover la defensa de su Gobierno en sus cuentas personales, por más de que –a juicio de algunos- sea entendido como un uso no adecuado de estos canales de comunicación con la ciudadanía.
La defensa de Gustavo Bolívar
En su publicación, las publicaciones que hace en sus redes sociales se originan en su tiempo libre, por lo que no debería afectar la imagen que se tenga de su gestión al frente del Departamento de Prosperidad Social; que empezó el 5 de marzo, luego de tomar el cargo que tenía Laura Sarabia, que pasó a ser nueva directora del Departamento Administrativo de la presidencia (Dapre).
“Para conocimiento de todos tuiteo los fines de semana y entre semana, antes de 8:00 a. m., a mediodía, hora de almuerzo y después de 6:00 p. m. Mi tiempo libre es mío. En horas de oficina jamás tuiteo”, afirmó Bolívar, con lo que pretendió zanjar la polémica que se ha gestado por este asunto, que no solo lo tendría a él como protagonista, sino a otros influenciadores que han pasado de ser replicadores de Petro en redes sociales a contratistas de entidades estatales.
“Y pueden preguntar si he dejado de ir un solo día. Sigan intentando porque a mí me callan cuando deje de respirar definitivamente. Y este gobierno, el mejor de la historia, lo defenderé con el alma, hasta el último segundo”, agregó el director del DPS, en lo que respecta a sus opiniones del Ejecutivo. Aunque llamó la atención que la publicación se hiciera desde Miami (La Florida, Estados Unidos), en donde Bolívar tiene una lujosa propiedad, de más de 1 millón de dólares.
La polémica se centra justo cuando Bolívar está próximo a cumplir un mes al frente del cargo, pues viene de tomar posesión el 5 de marzo, en la seguidilla de nombramientos hechos por el jefe de Estado de personajes cercanos a su gestión, como el exsenador Alexander López Maya como nuevo director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), y la abogada Cielo Rusinque como nueva superintendente de Industria y Comercio (SIC).