A finales de los 70 y durante gran parte de los 80 la imagen destacada para señalar al responsable del narcotráfico en Colombia fue Pablo Escobar, esto hizo que el líder del cartel de Medellín y el Estado protagonizaran una guerra en la que los ciudadanos quedaron en medio de un conflicto que dejo miles de muertes.
Esto cambio el 13 de enero de 1988 cuando en Medellín se registró una explosión en el edificio Mónaco, que luego se conoció era el lugar de residencia de la familia de Escobar; este hecho provocó que la hija de Escobar perdiera la audición en uno de sus oídos.
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El atentado no fue ordenado ni realizado por las autoridades, que durante el conflicto con Escobar respetaron la vida de su familia, esto demarcó el inicio de un conflicto externo entre criminales, lo que hacía que los seres queridos del capo estuvieran en peligro, ya que el rival era el cartel de Cali encabezados por los hermanos Rodríguez Orejuela.
Durante el conflicto entre capos se registraron múltiples bombas en Colombia, siendo las sedes de Droguerías La Rebaja uno de los puntos de ataque por parte de Pablo Escobar, puesto que estos establecimientos eran utilizados para lavar los activos del cartel de Cali.
Además de las propiedades y el poder territorial, los miembros de cartel de Cali tuvieron miedo de morir, esto fue expuesto por el periodista Camilo Chaparro al mencionar la llamada que recibió tras la muerte de Pablo Escobar.
“Me dijo: «Don Camilo, hoy puedo decir que yo voy a morir de viejo», o sea, el peligro de que Pablo Escobar lo asesinara había sido eliminado y él entendía que podía dedicarse a criar a sus nietos, a legalizar sus negocios”, afirmó el periodista que fueron las palabras de Gilberto Rodríguez Orejuela durante una conversación que tuvieron por teléfono el 2 de diciembre de 1993.
Con el objetivo de terminar el conflicto y de quedarse con el poder criminal en Colombia, en 1989 el cartel de Cali contrató a Peter McAleese, un escocés que había pertenecido al SAS, el grupo de élite de las fuerzas armadas de Reino Unido, su misión era clara, matar a Pablo Escobar.
Esto fue revelado por McAleese años más tarde, pero luego de su muerte el 19 de marzo de 2024, en el mundo fue recordado el hombre que tuvo la misión de asesinar a Escobar, pero fracaso en el intento.
En el documental Killing Escobar (Matar a Escobar), McAleese reveló múltiples secretos de lo que fue su llegada a Colombia y los hechos de su pasado que hicieron que múltiples personas pensaran que podría ser el verdugo del capo más importante del mundo.
En primer lugar, el escocés reveló que fue criado a pocos metros de una prisión y que su padre era violento, por lo que además de la preparación militar, afirmó tener un instinto de lucha que nació en Glasgow y aunque dejó el ejército en 1969, su comportamiento violento hizo que no encajara en múltiples empleos y fuera arrestado en varias oportunidades.
Tras salir de la cárcel hizo parte de la guerra civil de Angola y en Rodesia como mercenario, y mediante un tercero fue contactado por Jorge Salcedo, que era el encargado de encabezar el plan de asesinar a Pablo Escobar en Colombia por parte del cartel de Cali.
“No te piden que asesines a Pablo Escobar a menos que tengas la experiencia requerida”, dijo McAleese durante el documental.
Esta misión era liderada por Dave Tomkins al que conoció en 1976 y contaba con 10 británicos más, mientras que la hacienda Nápoles fue el sitio escogido para terminar con la vida del capo, debido a que, al ser un espacio amplio, se facilitaba el escape.
“Era como Navidad. Todo lo que necesitábamos en términos de armas estaba allí”, afirmó el escocés sobre el armamento con el que contaban para terminar con la vida de Escobar en 1989, pero que tenía un objetivo adicional, ya que en el cartel de Cali querían la cabeza del capo como trofeo.
El día en que les notificaron que Pablo Escobar estaba en Nápoles todo salió mal, los helicópteros en los que se movilizaban se accidentaron y por ello nunca se acercaron a la ubicación del paisa, que se enteró por medio de un informante del plan que tenían para asesinarlo.
Escobar envió a uno de sus hombres para informar a los británicos que ya tenía conocimiento de su ubicación y ante la posibilidad de morir, estos prefirieron marcharse de Colombia sin completar la misión para la que habían sido contratados.
“Si Pablo me hubiera atrapado, yo habría tenido una muerta larga, prolongada y dolorosa”, puntualizó McAleese.