Se cumplen ocho años de la recordada vez que el cantante británico Mick Jagger, reconocido líder de la banda The Rolling Stones, estuvo en Bogotá para dar un concierto y antes de este se paseó por la carrera séptima, en el centro de la capital de la República, y, entre otras cosas, se comió una oblea, ese manjar muy colombiano en el que el arequipe es protagonista.
La vendedora afortunada fue Bertha Gaitán, que, en realidad, en ese momento de marzo de 2016 no sabía quién era, aunque si vio que llegó con mucha gente.
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Doña Berta contó a Infobae Colombia que el guía del artista le dijo que si quería probar una oblea y este le respondió que sí, pero con todos los sabores, o sea mora, crema de leche, maracuyá, coco, queso y maní. Entonces, dijo, en un español a medias, que estaba muy deliciosa.
Precio del arequipe
En ese momento hubo polémica por el precio de la oblea, ya que se dijo que habían abusado, pero la vendedora aclaró que la vendió en $9.000, mismo precio al que se vende en la actualidad. Esto, pese a que en los últimos años la inflación del país ha sido de las más altas de la historia. Por ejemplo, en 2023 cerró en 9,28%, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Sin embargo, aceptó que para la Semana Santa de 2024 tuvo que subirle de precio, solo por esta vez, porque el arequipe para esta época cuesta más. Precisó que el tarro pequeño pasó de costar $6.000 a $13.500 y el tarro grande ya vale $66.000, además de lo que se le unte (mora, queso, entre otros).
“Vale lo mismo. No ha cambiado de precio pese a que el material ha subido. La gente chilla mucho. Por ejemplo, hay una señora que se hace arriba, en la quinta, ella cobra a $12.000 o $15.000 y tiene su propio álbum de fotos y ella dice que allá también comió Mick Jagger”, indicó al aclarar que el artista solo comió en su puesto de venta.
Recordó que recibió una buena propina, aunque dice no recordar de cuánto fue: “La verdad, en ese momento todo se llenó, ya que él no venía solo. Él venía con guardaespaldas, con periodistas, con todo, así que hubo un embolate muy grande”.
Anota que la gente duda mucho y le preguntan que si es verdad que era él, porque señalan que es un indigente que anda por ahí y que, incluso, lo vieron en San Bernardo.
Aceptó que no se sabe canciones de él, pero sí sabe que es un rockstar.
El duro momento de doña Bertha
No obstante, pese al momento de fama y reconocimiento, doña Bertha ha pasado duros momentos en los últimos ocho años. Entre ellos está la dolorosa muerte de su hija, María Esther, a quién junto con su otro hijo, Diego, sacó adelante tras separarse del padre de ellos.
“Yo soy solita. Vivo en Usme. Tuve la parejita y mi niña falleció. Ahorita este año cumple ocho años de fallecimiento, entonces me queda sino el hijo mayor”, recalcó.
Dijo a que a su hija “le dio un tumor en la cabeza y dejó tres hijos, pero el esposo se hizo a cargo de los niños y de ahí le tocó hacerse papá y mamá”.
Y es que la reconocida vendedora de obleas se separó de su esposo cuando tenía 28 años de edad (hoy tiene 65 años), lo que la llevó a levantar a sus hijos, prácticamente, sola. Por ejemplo, a Diego López lo crio de la mejor manera y en la actualidad es supervisor de vigilancia, pero él también tiene su hogar, tiene su gasto, y ahora le colabora para pagar la cuota del apartamento donde vive.
Asegura que los bienes que tiene hoy en día los tiene porque lo ha luchado, sin necesidad de tener marido, sin necesidad de tener que alguien le ayude.