Sobre las 10:48 a. m. del sábado 30 de marzo, tres mujeres fueron asesinadas en la localidad de Usme, al sur de Bogotá.
Las víctimas no han sido identificadas y, de acuerdo con un reporte preliminar, habría una cuarta persona herida producto de los mismos hechos. Se trata de un hombre que está siendo atendido en el Hospital de Meissen.
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La Policía Metropolitana de Bogotá confirmó que la masacre ocurrió en una zona boscosa del barrio San Isidro. En un primer momento, la comunidad informó a las patrullas policiales de la localidad sobre la presencia del hombre que habría sido lesionado con arma de fuego.
Al llegar al lugar; las autoridades encuentran a la persona herida y, aproximadamente 50 metros más arriba, hallan el cuerpo sin vida de una mujer tendida en una zona boscosa.
Por información de la misma comunidad fueron hallados otros dos cuerpos más, aproximadamente 500 metros más arriba, los cuales se encontraban igualmente tendidos en el suelo.
Se espera que el CTI de la Fiscalía General de la Nación haga levantamiento de los cuerpos y adelante las labores judiciales correspondientes para la identificación de las víctimas, mientras la Policía da con el paradero de los responsables.
De acuerdo con el Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz), esta sería la masacre número 15 registrada en el territorio nacional en lo corrido del año 2024. En dicha zona de la capital colombiana hacen presencia grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Clan del Golfo, Tren de Aragua, y se evidencia el tránsito de facciones disidentes como frente 33 del bloque magdalena medio del Estado Mayor Central y bandas delincuenciales locales.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo ha emitido alertas sobre los riesgos a nivel nacional por la presencia de actores armados, como la 004 de 2024 en la cual se señala la persistencia y exacerbación de la violencia selectiva e indiscriminada a través de amenazas de muerte, homicidios selectivos o de configuración múltiple (masacres), desapariciones forzadas, extorsiones que exponen a las víctimas a atentados contra la vida y la integridad personal mediante métodos y medios para generar terror en la población civil.
Cabe recordar que, a comienzos de 2024, la organización Human Rights Watch (HRW) presentó su informe anual en el que advirtió que Colombia se encuentra en una crítica situación a causa del recrudecimiento de la violencia.
De acuerdo con Juan Papier, subdirector de la División de las Americas de HRW, es “lamentable” que la política de Paz Total del presidente Gustavo Petro no se vea reflejada en la realidad pues, aseguró que los grupos armados que controlan varias zonas del territorio nacional aumentaron sus prácticas violatorias de derechos humanos contra la población civil, a tal punto que en 2023 se alcanzaron niveles vistos solo antes de la firma del Acuerdo Final de Paz, en 2016.
En conversación con Blu Radio, el funcionario dijo que “El presidente Gustavo Petro ha buscado cambiar esa política de seguridad, pero todavía no ha logrado una política de seguridad sólida en el territorio, enfocada en proteger a la ciudadanía, en proteger a los colombianos que viven en el Pacífico, que viven en el Bajo Cauca antioqueño, en regiones del país que sufren altos indicadores de violencia.
Como parte de la solución, Pappier afirmó: “Lo que necesitamos es que la policía, las Fuerzas Militares y la Fiscalía puedan trabajar en conjunto para tener estrategias claras de protección de la ciudadanía en el terreno y de judicialización estratégica”, contra los grupos criminales que, para Pappier, ayudan a surgir algunos políticos y funcionarios corruptos.