La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ha rechazado las pretensiones de David Murcia Guzmán, conocido como el cerebro detrás de la pirámide financiera de DMG. Actualmente, Murcia Guzmán cumple una condena de 22 años en un pabellón de máxima seguridad en la cárcel La Picota, en Bogotá.
El alto tribunal negó la solicitud de tutela presentada por la defensa de Murcia Guzmán, en la que se buscaba su libertad inmediata argumentando que había sido condenado dos veces por el mismo delito, lo cual va en contra la Constitución Política de Colombia.
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Para la Corte, Murcia Guzmán contaba con otros recursos legales a su disposición para impugnar las decisiones tomadas por la Sala Penal del Tribunal Superior Judicial de Valledupar y el Juzgado 4 de Ejecución de Penas de la capital del Cesar, que le negaron la libertad.
“No se demostró -ni se avizora- la concurrencia de los presupuestos establecidos por la jurisprudencia constitucional para la configuración de un perjuicio irremediable, como son la inminencia, la urgencia, la gravedad y la impostergabilidad, que haga forzosa la intervención transitoria del juez de tutela”, advirtió la Corte.
Asimismo, se señaló que “no es posible estudiar de fondo lo propuesto por el abogado de David Eduardo Helmunt Murcia Guzmán, debido a que el juez de tutela se inmiscuiría indebidamente en un asunto de competencia de los jueces naturales y sobre el cual aquel tiene a su disposición medios de defensa aptos para garantizar la protección que se reclama en la residual y subsidiaria solicitud de amparo”.
El cerebro de DMG ha manifestado varias veces que se le ha vulnerado su derecho fundamental al debido proceso y la prohibición de no ser juzgado dos veces por el mismo hecho, citando que ya cumplió en los Estados Unidos una larga sentencia por lavado de activos. En este sentido considera que varios de sus socios y personas relacionadas con DMG se encuentran en libertad e incluso esquivaron la extradición.
La Historia de DMG
La historia del ascenso y caída de DMG es un capítulo marcado en la historia reciente del país que sacudió a Colombia en 2008. En ese año, salió a la luz que la empresa DMG había construido “una plataforma económica” para usurpar ilegalmente las funciones de las instituciones financieras. Lo hizo mediante la venta de tarjetas prepago que permitían a sus inversores adquirir bienes, servicios, acciones y publicidad sin la autorización del Estado.
Este esquema fraudulento le permitió a DMG captar cuantiosas sumas de dinero del público, sin verificar su procedencia, fondos que posteriormente invirtió en diversas empresas en Colombia, Panamá, México y Estados Unidos. Tras desafiar al Estado y liderar multitudinarias manifestaciones en varias ciudades, David Murcia Guzmán, el cerebro detrás de DMG, fue arrestado el 19 de noviembre de 2008 en la ciudad de Panamá.
El 16 de diciembre de 2009, un tribunal especializado de Bogotá dictaminó una condena de 30 años y ocho meses de prisión para Murcia Guzmán, por su implicación en los delitos de lavado de activos agravado y captación masiva y habitual de dinero. Al cumplir esta condena, fue extraditado a Estados Unidos, donde el 8 de julio de 2011 un tribunal del Distrito Sur de Nueva York solicitó su extradición por cargos relacionados con conspiración para cometer lavado de dinero. Ese mismo día, fue condenado a 9 años y tres meses de cárcel.
A mediados de junio de 2019, Murcia Guzmán regresó al país con la notificación de que su condena en Colombia se había reducido a 22 años y diez meses. Sin embargo, a pesar de sus protestas, fue trasladado nuevamente a una prisión, lo que lo llevó a presentar una reclamación ante un tribunal de ejecución de penas. Esta acción legal, sin embargo, fue infructuosa, ya que el tribunal rechazó sus argumentos sobre una presunta violación del debido proceso, lo que prolongó su estadía tras las rejas.