Durante décadas, ‘Barranquillita’ fue testigo del deterioro urbano y la escasez de oportunidades para sus vendedores, lo que la llevó a ser conocida como el ‘lunar negro’ del Centro de Barranquilla debido al caos constante en este lugar tanto de día como de noche. Sin embargo, este emblemático espacio está destinado a experimentar un renacimiento gracias a un ambicioso plan de recuperación urbana para la zona, que promete transformarla en un nuevo atractivo para el Centro de la ciudad.
El proyecto de revitalización de Barranquillita “no solo persigue embellecer el entorno, sino también restaurar la dignidad de sus comerciantes”. Para lograr este objetivo, se está llevando a cabo la construcción del Gran Bazar, un mercado moderno y bien planificado que tiene como propósito reubicar a más de 750 vendedores que han trabajado en condiciones precarias durante años. Esta estructura, con una extensión de 21.000 metros cuadrados, ha requerido una inversión de 34.000 millones de pesos y se encuentra en una etapa avanzada de construcción, tras haber iniciado en 2021. Ahora, el enfoque está puesto en mejorar el entorno y las vías de acceso para completar este proyecto de renovación urbana.
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El Gran Bazar no solo es una construcción; simboliza el avance en la economía circular de la ciudad. En este lugar, se implementará un sistema de recolección y aprovechamiento de residuos sólidos para la generación de energía y abono. Más allá de ser simplemente un mercado nuevo, la intervención en Barranquillita implica también la creación de nuevas vías de acceso y una mejora integral de la infraestructura urbana en su entorno. Las vías que en estos momentos comenzaron a ser intervenidas son la carrera 41B entre calles 9 y calle 30, un segundo tramo está ubicado en la calle 9 entre 41 y 42C y también el sector de la carrera 42 entre calles 8 y 9.
La historia del movimiento comercial en esta zona, situada en el corazón de La Arenosa, tiene sus raíces en la época colonial, cuando la ciudad era un pequeño asentamiento a orillas del río Magdalena. En el siglo XIX, con el auge del comercio marítimo, Barranquillita emergió como un vital centro de intercambio comercial, atrayendo a comerciantes de toda la región. Desde entonces, este sector ha desempeñado un papel crucial como proveedor de alimentos frescos y productos básicos para los habitantes de Barranquilla a lo largo de generaciones.
“Hay que darle toda la dignidad y el acompañamiento al comerciante, porque él es uno de los hombres que ha forjado y ha sacado a Barranquilla adelante también. Arreglemos todas las vías, limpiemos todo el sector, pintemos todas las fachadas, que esto parezca otra ciudad, una nueva ciudad, y que no nos dé vergüenza entrar a Barranquillita”, indicó el alcalde Alejandro Char, quien ha sido enfático en la necesidad de garantizar una adecuada movilidad y seguridad para los vendedores y visitantes.
El proceso de reubicación de los comerciantes ha sido supervisado de cerca por las autoridades locales, quienes han colaborado estrechamente con la comunidad para garantizar una transición sin contratiempos y exitosa. Joaquín Cervantes, presidente de Asovendedores, enfatiza el impacto positivo que el Gran Bazar traerá tanto para los comerciantes como para la revitalización económica del área.
Después de más de tres décadas de abandono, este icónico sector de la ciudad aspira a recuperar su posición como epicentro de actividad comercial y cultural. Lo que alguna vez fue conocido como el ‘lunar’ del Centro de Barranquilla, ahora está encaminado hacia un futuro de desarrollo y renacimiento. Su mercado se erige como un punto de convergencia cultural y comercial, encarnando la esencia misma de la ciudad.