Juan Sebastián Ramírez Cardona, un joven bachiller de 21 años de edad, murió el viernes 29 de marzo tras dispararse en su cabeza con su arma de dotación cuando se encontraba en una de las garitas o torres de control de la cárcel de mujeres Villa Cristina de Armenia.
El hombre, que prestaba servicio militar en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) en el departamento de Quindío, se quitó la vida sobre las 10:00 p. m. Según información conocida por el medio local El Quindiano, otros funcionarios que hacían guardia en el centro penitenciario escucharon el disparo que habría acabado con la vida de Ramírez Cardona.
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El medio citado señaló que tan pronto se percataron de lo sucedido, sus compañeros lo trasladaron hacia el hospital San Juan de Dios de Armenia. Por su parte, la directora de la cárcel de mujeres del municipio, Tatiana Jiménez Arcila, aseguró que, tras dos horas de esfuerzo por parte de los médicos por salvarle la vida al joven, este finalmente falleció por la gravedad de la herida que se ocasionó.
También confirmó que Ramírez Cardona hacía dos meses había llegado de Manizales a Armenia y llevaba 12 días prestando su servicio militar en el establecimiento carcelario. Sin embargo, sus compañeros y amigos nunca habrían evidenciado algún problema de salud mental.
A través de su página oficial en Facebook, el Centro de Incorporación e Instrucción de Manizales se pronunció sobre el lamentable suceso: “(...) lamenta el deceso del Auxiliar del Cuerpo de Custodia Ramírez Cardona Juan Sebastián quien prestaba su servicio en la Reclusión de Mujeres de Armenia y extiende sus condolencias a la Familia Q.E.P.D.”.
Panorama de la salud mental en Colombia
La Procuraduría General a emitido varias alertas sobre el incremento de trastornos mentales y alteraciones en la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes en el país, quienes cada vez más presentan síntomas de depresión, ansiedad y trastornos de comportamiento; factores que a su vez influyen el consumo de sustancias psicoactivas, deserción escolar, intentos de suicidio y casos de suicidio consumado en el país.
Los informes han evidenciado qué riesgos determinantes juegan un factor importante frente a la ideación y conducta suicida en estos ciclos de vida. Entre estos riesgos se encuentran las violencias de todo tipo, en especial la intrafamiliar; el acoso escolar, el consumo de sustancias psicoactivas, el ciber acoso, el reclutamiento por parte de grupos armados, entre otros.
Lo más preocupante del caso, es que el acceso a servicios en términos de capacidad instalada y oportunidad de atención, la falta de talento humano experto en los territorios, y el estigma que se presenta para acudir a un servicio especializado de salud mental, son las mayores barreras a las que se enfrentan las personas, sumado a que el abordaje desde el entorno familiar es insuficiente o nulo.
Y es que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, cuatro de cada diez personas en Colombia sufren o han sufrido alguna enfermedad mental. De estos, solamente el 12% ha tenido algún tratamiento o atención y, para cuando realizan la primera consulta, ya han trascurrido aproximadamente ocho años de enfermedad.
“Evidenciamos, por ejemplo, la importancia de las redes de apoyo y se hicieron visibles trastornos como la ansiedad y la depresión, que, por temor al estigma social, han llevado a muchas personas a sufrir en silencio y a ocultar sus desafíos emocionales hasta que alcanzan un punto crítico, donde la recuperación se vuelve aún más difícil”, explicó Silvano Gómez Strauch, viceprocurador General de la Nación en un foro de salud mental organizado en octubre de 2023.