Jueves Santo: conozca el significado del color morado en este día de la Semana Mayor

Con el inicio de la Semana Santa, el nombre de este tiempo litúrgico surge del hecho de que dura 40 días, desde el Miércoles de Ceniza hasta la Misa de la Cena de Jesús del Jueves Santo, donde se conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos, antes de ser condenado a la crucifixión por Poncio Pilato. Estos eventos bíblicos también son referenciados en el Viernes Santo, cuando se recuerda la muerte de Cristo, y el sábado previo a la Pascua, en el que se replica la expectativa de sus discípulos por su resurrección, celebrada como el Domingo Santo.

Es por esto por lo que la Cuaresma y la Semana Santa son tiempos en los que converge la reflexión para los fieles, que empatizan con el sufrimiento de Jesús y se llenan de esperanza e ilusión con su resurrección. Estos sentimientos determinan algunas tradiciones, como por ejemplo el hecho de que, durante ese tiempo, la Iglesia Católica exhorta a sus seguidores a practicar el ayuno y a la vez, evitar comer carne roja y de ave los viernes de este período, pero especialmente el Viernes Santo.

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Otra forma de recordar los sucesos que se rememoran en este tiempo es a través del uso del color morado en las ropas sacerdotales durante los encuentros y las predicaciones de la palabra en misa de la Cuaresma. Al ser un tono asociado a la discreción, la penitencia y el dolor, fue definido para este tiempo, el Adviento que antecede la Navidad, las misas de difuntos y una variedad de celebraciones y conmemoraciones litúrgicas.

La Semana Santa, es una de las fiestas litúrgicas con mayor trascendencia y presencia por parte de los feligreses en el territorio nacional, tanto a nivel cultural como artístico. Tan importante fue en el pasado, que hay una gran variedad de ejemplos de la más alta calidad artística que están involucrados en ella, superando con creces su origen exclusivamente religioso para convertirse en todo un reclamo turístico.

En este sentido, se puede pensar que el uso de los colores litúrgicos son una costumbre que viene de tiempos atrás con el papa Inocencio III, en el siglo XIII, al establecer de manera oficial el uso de los colores que ya se utilizaban tradicionalmente en la época: verde, rojo, negro y blanco. Con el papa Pío V, en torno a 1570, se añadieron el rosa y el púrpura.

Debido a esto, si hay un color con el que se puede identificar estas conmemoraciones es con el púrpura. Éste era el color privativo de los antiguos Emperadores Romanos, pues su obtención para el tinte era a base de un molusco marino, el cual hacía que las telas de este color fueran extremadamente costosas y difíciles de conseguir, se consideraban altamente exclusivas. El origen animal del tinte hacía que el color púrpura no fuera exactamente un color, sino una gama que va desde el rojo carmesí al morado, toda una gama que en las telas hace que varíen entre esos tonos, más violetas o por el contrario, más cercanos al rojo intenso.

Con el inicio de la celebración del Jueves Santo no solo se abre el Triduo Pascual. En este día la Iglesia católica conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena, dándole a la vez protagonismo a las palabras que dijo Jesucristo: “Hagan esto en conmemoración mía”, festejando a todos los valientes que dijeron “sí”. Además, con el gesto del lavatorio de pies, la Iglesia celebra a todos aquellos que dedican su vida a servir de manera humilde y extraordinaria a los demás, cumpliendo con el último mandamiento de Cristo.