Nereo es mencionado en la Biblia como uno de los cristianos de la iglesia primitiva; aparece en el contexto de los saludos que hace el apóstol Pablo al final de la carta a los Romanos y como todo buen devoto del catolicismo, su nombre perduró junto con las creencias religiosas al punto de que en el municipio de la Unión (Antioquia) hay un peregrino al que le pusieron su nombre por la entrega y fe que ha demostrado durante tres décadas.
Su nombre de pila es Albeiro de Jesús Cardona; sin embargo, los unitenses lo conocen como Nereo, el peregrino que lleva 30 años caminando entre La Unión y Girardota con una cruz a cuestas, como lo hizo Jesús en el calvario, hasta llegar a la catedral del Señor Caído, donde le pide a Dios fuerza para completar el recorrido el próximo año.
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“La gente me dice que yo tan ‘patriota’ que voy hasta Girardota, si los que van hasta San Antonio de Pereira quedan de cama. Pero yo sigo aliviado gracias a Dios, porque la bendición de Él me da energías para llegar”, contó Nereo en diálogo con El Colombiano.
Con vestimenta de los apóstoles en la época de Jesús y una gran cruz de madera, que pesa cerca de 15 kilos, Albeiro de Jesús Cardona, de 66 años, inicia su recorrido, acompañado por algunas personas que lo escoltan en la carretera debido a su avanzada edad y los peligros que se puede encontrar en el camino.
Su peregrinaje inicia en el parque central de La Unión el Miércoles Santo, desde donde emprende un caminata de cerca de 75 kilómetros hasta la catedral del Señor Caído, a donde llega en la madrugada del Jueves Santo tras casi 24 horas de camino.
“A lo que llego a Girardota, le doy gracias a Dos de que llegué con todas las peticiones que la gente me encomendó ante los ojos de nuestro señor. Cuando uno se siente en las manos de Dios y está destinado a participar en los calvarios, a uno no le parece largo nada”, relató el peregrino antioqueño en entrevista con el medio local Noticias La Unión.
Y es que Nereo nació para vivir calvarios, pues según cuenta, su vida ha sido marcada por tragedias propias de personajes bíblicos como Job o David, que vivieron en la calle o fueron perseguidos.
Como si se tratase de un calvario en la tierra, Albeiro de Jesús Cardona quedó huérfano con tan solo seis meses de haber nacido, se crió con su familia y fue víctima de violencia intrafamiliar, desde muy temprana edad tuvo que vivir en la calle y soportar el desprecio de sus seres queridos, y solo encontró consuelo en la espiritualidad y la religión, donde vio reflejada su historia de vida y entendió que, como los personajes de la biblia, debía pasar por un calvario para encontrar el regocijo en Dios.
“Desde pequeño tuve que superar tres pruebas que Dios me puso: que mi familia me maltratara y tirara a la calle, que terminara durmiendo en una pesebrera, y que aprendiera a vivir con los animales. De la última prueba aprendí que si viviéramos como los animales este mundo sería mucho mejor”, le dijo Nereo a El Colombiano.
Sus actos de devoción le dieron reconocimiento en el oriente Antioqueño y decenas de personas acuden a él para que reciba sus peticiones, las lleve consigo en el peregrinaje que realiza y las encomiende al Señor de los Caídos en Girardota.
Nereo no recorre el camino solo, además de Dios y los santos a los que se encomienda, son varios los lugareños que se turnan para acompañarlo por tramos, darle comida e hidratación para que no desfallezca en su peregrinaje y lleve las peticiones de decenas de personas que necesitan salud, protección y “el favor de Dios”, como él mismo dice.