Actor de ‘Padres e hijos’ reveló que vendía yogures antes de ser famoso: este es el exitoso emprendimiento que tiene ahora

El inolvidable actor que le dio vida al personaje de Carlos Franco en la producción Padres e hijos, después de ese trabajo, se convirtió en una de las celebridades más representativas de nuestro país, pues por varios años fue una persona que acompañó la hora del almuerzo de los colombianos.

Luego de darle vida a un importante papel en una de las producciones más famosas y duraderas en Colombia, con aproximadamente 16 años al aire, estuvo en algunas producciones con papeles pequeños, pero igual de memorables como Amar y vivir, El general Naranjo, La viuda negra, Allá te espero, Rosario Tijeras y actualmente en Arelys Henao: canto para no llorar.

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Sin embargo, con el tiempo Luis Eduardo Motoa decidió alejarse de las pantallas para darse un espacio y se dedicó a su finca en donde estuvo rodeado de otra de sus grandes pasiones, la naturaleza.

Durante una entrevista que le hicieron al actor en la mañana del martes 26 de marzo, Motoa dio ante los micrófonos de Tropicana varios detalles poco conocidos de su vida profesional y su carrera. Allí habló acerca de su trayectoria, el amor que tiene por el arte callejero y lo que fue cumplir su gran sueño de llegar a la capital, cuando empezó en la televisión nacional.

Aunque para muchos el primer recuerdo del artista es verlo en el papel de Carlos Franco, Motoa no empezó su vida laboral de esta manera, por eso varias personas se han preguntado cuál era el trabajo y las cosas a las que se dedicaba en su vida el actor antes de su éxito.

Y de acuerdo con lo que contó en el programa de radio, Luis Eduardo siempre había sido emprendedor, así que inició en el mundo de los negocios desde muy temprana edad, pero primero lo hizo como vendedor de yogures artesanales en las calles.

“Con lo que se producía de la granja empecé a vender la comida que producíamos y gracias a eso pudimos plantar muchos árboles nativos colombianos”, explicó Luis Eduardo Motoa.

Además, resaltó que gracias a ese pequeño emprendimiento, cuando dejó las pantallas, tuvo un trabajo al cual dedicarse de lleno que también lo apasionaba, y hoy en día es un gran proyecto pedagógico en la sabana con el cual busca que los niños y jóvenes se interesen por el cuidado de la naturaleza, vinculando a personas de la región.

En medio de la misma entrevista, el actor, que se convirtió en un ícono de la telenovela más longeva del país, recordó con nostalgia el inmueble que hizo de su casa por muchos años.

El reconocido ‘Charly’, que era el padre de la familia en la historia, se caracterizaba por su amabilidad, su sutileza para resolver los conflictos en el hogar y su amor incondicional a sus hijos y esposa, Gabriela.

“Fue muy chévere porque la cosa fue creciendo y se fue convirtiendo en un fenómeno. La idea era grabar una semana y la otra libre, pero esto empezó 3 veces a la semana, luego 5 de media hora y luego duramos 17 años”, contó Motoa.

La ubicación de la casa en la que se grabó la producción era en Bogotá, en un sector que le quedaba cerca a su vivienda real.

“Es en Santa Margarita, en la calle 103 abajo de la autopista. Curiosamente, yo vivía por ahí. Es un barrio muy bonito porque está lleno de parques, ese es el barrio Santa Margarita para los que quieran irse a tomar la foto”, explicó el empresario en la entrevista.