El domingo 24 de marzo se reportó la muerte de cinco hermanos indígenas entre los tres y quince años, pertenecientes a la etnia indígena Wayuú Yukpa, que tiene su resguardo en el municipio de Agustín Codazzi (Cesar).
Inicialmente, las autoridades locales indicaron que los menores de edad habían muerto intoxicados luego de consumir una peligrosa fruta venenosa; sin embargo, los voceros de la etnia indígena desmintieron esa versión y aseveraron que los niños fueron asesinados, puesto algunos tenían politraumatismos y una de las menores presentaba signos de violencia sexual, versión que reafirmó el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf).
“Queremos decir que estos niños indígenas no murieron por algún accidente, algo le hicieron a estos niños y muestra de ello es que Cristina, la niña de 15 años, aparece con una herida en el cráneo y aparece con su vestidos, rasgados. Esto no fue un accidente, esto fue un crimen contra estos niños y no es cierto que los niños hayan consumido corozo, en el pueblo indígena Yukpa los niños son cazadores, recolectores, ellos saben muy bien qué comen y no comen de la naturaleza. Alguien los obligó a comer algo y posteriormente fallecieron”, declaró Edward Álvarez, sociólogo, asesor y defensor de los derechos del pueblo Yukpa.
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Por su parte, el Icbf repudió el hecho y estableció que se dispuso de un equipo especial que acompañará las investigaciones realizarán las autoridades en torno a la extraña muerte de los cinco hermanos.
“Desde el primer momento en que el ICBF tuvo conocimiento de lo ocurrido, un equipo de profesionales del Centro Zonal Codazzi de desplazó a la clínica donde estaban dos de los niños, quienes fallecieron por su grave estado de salud. Igualmente, el Icbf se encuentra atento para acompañar a las autoridades, tanto Procuraduría como Fiscalía, a la espera de los resultados de la investigación que se debe adelantar en torno a estos repudiables hechos que enlutan a las comunidades indígenas de Colombia”, indicó Bienestar Familiar a través de un comunicado.
Por su parte, la directora del Icbf publicó en su cuenta de X: “Repudiamos el asesinato en extrañas circunstancias de cinco niños Yupka entre 3 y 15 años en el resguardo de Iroka. Acompañamos la tristeza de la comunidad y esperamos esclarecimiento de los hechos”.
El Pueblo Yukpa renunció a sus tradiciones para esclarecer el homicidio
A través de un extenso comunicado, las autoridades indígenas del pueblo Yukpta integrado por los resguardos Iroka, Menkwe, Mishaya, La Pista, Sokorhpa, La Laguna, El Coso, Cinco Caminos, El Rosario, Bellavista, Yukatan, y Caño Padilla dieron a conocer que mientras realizaban los ritos fúnebres tradicionales se percataron de que una de las tres menores fallecidas presentaba signos de violencia sexual, por lo que decidieron frenar los actos fúnebres y dar paso a la Fiscalía para que investigara el crimen.
“En la noche del 24 de marzo de 2024, mientras se realizaban los ritos tradicionales de muerte, se encontró que el cuerpo de la menor de 15 años de sexo femenino, presentaba signos de violencia física y al parecer sexual, por tener una herida en la cabeza y su vestido tradicional rasgado entre las piernas. El 25 marzo el Resguardo Indígena Iroka, en cabeza de su gobernador del Cabildo Alfredo Peña Franco, y en armonía de la decisión de los señores Misael García Torres e Isabel Estrada Pérez, renunciaron a su sus raíces ancestrales de no permitir la realización de necropsia y permitir que el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses realizara las respectivas necropsias”, se lee en el comunicado.
Las autoridades indígenas indicaron que de la familia solo se salvó el hijo menor, ya que estaba con su madre, Isabel Estrada, en un albergue de paso en Valledupar debido a varias afectaciones de salud.