Un inusual giro tuvo la conmemoración del Día Internacional de la Mujer en el Concejo de Bogotá, pues según La W, en el evento, que se llevó a cabo el lunes 18 de marzo, las funcionarias recibieron instrucción en protocolo y etiqueta.
La sesión tomó lugar en el auditorio de Compensar, en la avenida 68, extendiéndose de las 10:00 a. m. a las 5:00 p. m., de acuerdo con lo informado por la emisora. Contrario a las expectativas de un homenaje o celebración tradicional, la jornada se centró en enseñanzas sobre el uso adecuado de cubiertos, normas de vestimenta, modos de hablar e interacción social.
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La iniciativa fue propuesta por la directora administrativa del Concejo, Diana Jaramillo, teniendo como ponente a la experta en protocolo Pilar Guzmán Lizarazo, conocida por su labor anterior en Procolombia. Las asistentes al seminario, que no fueron notificadas previamente sobre la naturaleza específica del evento, recibieron consejos que abarcaban desde el modo correcto de sentarse hasta el estilo apropiado de vestir. Además, les dijeron como las mujeres deben sentarse de lado y con las piernas cerradas.
La reacción al contenido de la conferencia ha generado un ambiente de tensión entre las empleadas del Concejo, muchas de las cuales, según La W, optaron por mantenerse en silencio por temor a posibles represalias, pese a los intentos de obtener declaraciones tanto de funcionarias como de los organizadores del evento. Se conoció que solo una concejal, Clara Lucia Sandoval, fue mencionada como asistente.
La naturaleza del evento ha levantado preguntas sobre la pertinencia y el mensaje implícito detrás de centrar una actividad del Día Internacional de la Mujer en enseñanzas de etiqueta y protocolo. De acuerdo con una experta consultada por le mismo medio de comunicación, la sesión buscaba ser un recordatorio para las presentes más que una clase.
Estas acciones, así como la falta de comunicación previa sobre los detalles específicos del taller, han provocado debates sobre las expectativas y reconocimientos hacia la mujer en el ámbito laboral y público. A pesar de los esfuerzos de comunicación, la directora administrativa Diana Jaramillo y la concejal Sandoval no han proporcionado una declaración oficial hasta el momento.
Este incidente deja en evidencia la necesidad de una reflexión más profunda sobre los mensajes que se envían en eventos diseñados para celebrar y empoderar a las mujeres, especialmente en contextos institucionales y políticos como el del Concejo de Bogotá.
Qué dijo el Concejo
En redes sociales y en la página oficial del Concejo de Bogotá, aseguraron que se trató de un “reconocimiento especial a las más de 300 mujeres que laboran en la corporación, invitándolas a seguir cerrando las brechas de desigualdad y priorizar aquellas situaciones que vulneran de cualquier forma la garantía de sus derechos, manifestando además el compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento femenino.
Según el concejal Juan Javier Baena, les “enorgullece contar con mujeres excepcionales que desempeñan roles fundamentales en todos los niveles y departamentos. Desde el liderazgo hasta las áreas operativas, las mujeres contribuyen con su talento, dedicación y perspectivas únicas para impulsar el progreso y la innovación en nuestra misión común”.
Añadió que las mujeres se enfrentaban al gran desafío de cerrar la brecha de género y salario además de buscar más oportunidades de asenso y liderazgo. Sin embargo, esas declaraciones de Baena se vieron contrariadas por un comunicado del sindicato de servidores públicos del Concejo de Bogotá, en este le solicitaban al concejal “cambiar esas prácticas machistas y patriarcales evidenciadas en este espacio”.
En el comunicado se puede leer: “Nos preocupa enormemente que, en un día que debe enaltecer y reconocer la lucha histórica de las mujeres por la igualdad y el reconocimiento de sus derechos, el Concejo haya realizado actividades limitantes de las libertades que perpetúan los estereotipos y roles que ratifican el machismo estructural de la sociedad”.
Añaden que es “inaceptable que, en lugar de promover la diversidad y el empoderamiento femenino, se haya impartido un curso de etiqueta y código de vestimenta que conllevaba a la imposición de normas restrictivas sobre el tiempo de alimentación y la apariencia personal. Esto no solo vulnera los derechos, sino que también contradice el propósito mismo de la conmemoración del Día de la Mujer”.
Dejaron claro que el gasto de 60 millones de pesos, que costó el evento pudieron haberse invertido en iniciativas que realmente beneficie a las mujeres.
“(...) desproporcionado gasto de cerca de 60 millones de pesos destinados a un evento cuya calidad no refleja adecuadamente la inversión realizada desde el Plan de Bienestar. Consideramos que estos recursos podrían haberse utilizado de manera más efectiva promoviendo iniciativas que realmente beneficien a las mujeres, incluso, recibimos denuncias frente a la discriminación de muchas compañeras que por estar cumpliendo sus actividades laborales o ante la imposibilidad de asistencia al evento fueron excluidas del detalle entregado”.