No paran las polémicas en Medellín después de que se diera a conocer el nombre del nuevo personero auxiliar de la ciudad, Héctor Alfonso Gómez Trujillo, que ha mostrado una afinidad con el exalcalde Daniel Quintero, que ha dado mucho de qué hablar después de las denuncias por presunta corrupción emitidas por parte del actual mandatario, Federico Gutiérrez.
Según la denuncia de varias personalidades políticas, en la que resalta el exconcejal Alfredo Ramos Maya, el nuevo funcionario tendría una relación estrecha con el exmandatario, pues logró quedarse con varios contratos por prestación de servicios mientras Quintero estaba a cargo de la capital de Antioquia.
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Y es que, según datos de la página de contratación pública, Secop, Gómez Trujillo acumuló contratos por aproximadamente $205 millones durante el mandato de Quintero, y enfrenta ahora críticas y escrutinio por sus acciones previas y sus posibles implicaciones en su nuevo cargo. Este nombramiento resalta las actuales tensiones y disputas políticas en la capital antioqueña, especialmente dadas las actuales investigaciones por presunta corrupción en la alcaldía de Quintero.
El personero Mefi Boset Rave Gómez oficializó el nombramiento el pasado 5 de marzo, despertando un inmediato debate en la opinión pública, tanto por las relaciones previas de Gómez Trujillo con la administración de Quintero como por los procesos judiciales en los que se ha visto involucrado.
De hecho, cuando fungió como alcalde del municipio de Campamento (2012-2015), fue objeto de controversia por presuntas irregularidades durante su mandato, como la compra de un predio para la protección de nacimiento de agua sin la autorización del Concejo municipal, por lo que hoy en día existen procesos activos en su contra. Sin embargo, Gómez sostuvo, en diálogo con El Colombiano, que son acusaciones infundadas producto de animadversión política de su antecesor.
Aunque el nuevo personero auxiliar ha mostrado cierta afinidad con Quintero, como quedó demostrado en su red social mientras el exalcalde enfrentaba duras críticas durante su administración, una de las primeras acciones de Gómez Trujillo en su nuevo cargo ha sido reabrir una investigación disciplinaria que había sido archivada contra exfuncionarios de la administración Quintero, mostrando una aparente independencia respecto a su gestión pasada.
Esta decisión ha sido interpretada de diversas maneras, tanto por sus detractores como por sus defensores, poniendo en cuestionamiento sus verdaderos motivos y alineaciones políticas.
Pero la figura de Gómez Trujillo es compleja: tras acumular contratos en Medellín y su región por montos significativos, sus vínculos políticos y profesionales han estado bajo la lupa. Según expresó al medio citado, su relación con la anterior administración fue estrictamente contractual y negó tener una relación personal directa con Quintero. Sin embargo, sus publicaciones en redes sociales y contratos previos pintan un cuadro de complicidad y apoyo a la gestión del exmandatario, lo que ha avivado los cuestionamientos sobre su imparcialidad y ética profesional.
Los contratos que Gómez Trujillo firmó no solo se limitaron al ámbito de Medellín, sino que también incluyeron compromisos con varias entidades de salud y sindicatos regionales, amontonando un total de casi $374 millones en los últimos años, incluso, celebrando más de un contrato con el sector público al mismo tiempo. No obstante, él defiende la legalidad de sus acciones previas, argumentando la compatibilidad de sus funciones contractuales y restándole importancia a posibles conflictos de interés.
Los vínculos de Gómez Trujillo con figuras políticas prominentes, como el exsenador Iván Darío Agudelo, han sido igualmente objeto de especulación sobre la influencia política en su carrera, pues muchos aseguran que todos los contratos se dieron por medio del excongresista, quien tiene una relación casi familiar con Quintero. Aunque ambos reconocen su relación, el personero auxiliar insiste en que ésta ha sido meramente institucional.
Su trayectoria política ha sido notable, siendo uno de los alcaldes más jóvenes de Antioquia cuando asumió en Campamento, aunque su gestión se viera ensombrecida por controversias y procesos judiciales. Pese a las acusaciones de irregularidades en su contra, Gómez Trujillo se defiende afirmando que muchas de estas son motivadas por vendettas políticas, particularmente implicando a Adelmo Sánchez, exalcalde de Campamento.
En todo caso, el nuevo personero auxiliar de Medellín no ha podido safarse de las críticas, pues varios de los contratos que obtuvo con la administración anterior de la ciudad fueron con el Hospital General de Medellín, además de vinculaciones con empresas tercerizadas de la entidad que se ha convertido en un referente de presunta corrupción.
De hecho, los jugosos contratos celebrados con el hospital, algunos por días, fueron con el propósito de que Gómez Trujillo encontrara soluciones para los escándalos legales que atravesó ese centro de salud.