Acciones violentas relacionadas con el desplazamiento de cerca de 1.500 personas en Mapiripán a inicios de la década del 2000 fueron las causantes de la separación entre “Hernán” y “Víctor”, como fueron llamados dos hermanos que después de 22 años se volvieron a encontrar.
El reencuentro se dio gracias a la investigación humanitaria y extrajudicial que lleva a cabo la Unidad de Búsqueda de personas dadas por Desaparecidas (UBPD), en articulación con la Pastoral Social.
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“Hernán”, que desapareció del entorno de su familia en medio del conflicto armado en el Meta, fue quien presentó la solicitud de búsqueda que concluyó con un abrazo reparador con su hermano “Víctor”, un compartir de las historias de aquellas vidas que transcurrieron mientras estaban lejos el uno del otro y una torta que simbolizó la celebración de la vida.
Reencontrarse fue calmar la incertidumbre de más de dos décadas de desaparición y la oportunidad de celebrar la vida juntos luego de haber sobrevivido a los diferentes hechos asociados a la confrontación entre grupos armados en esa región.
En medio de la celebración los hermanos enviaron un mensaje esperanzador a otras familias víctimas de desaparición forzada en la región:
“Yo invito a la gente a que no le dé miedo, que se acerque y dé el testimonio para buscar a sus seres queridos. Al principio, también, dudé mucho, pero créanme que esto fue un feliz término porque me reencontré con mi hermano después de 22 años”, dijo “Hernán”.
“Víctor” también agradeció a la UBPD y a la Pastoral Social por el esfuerzo para que se concretara el reencuentro con su hermano y dijo: “A las demás familias en igual condición y que no saben nada de ellos, no pierdan la confianza y la fe en estas instituciones, que son muy serias y trabajadoras en los derechos humanos”, enfatizó.
Los retos que tuvo la investigación humanitaria
El equipo regional de la Unidad de Búsqueda, que lideró y acompañó esta acción humanitaria, resaltó algunos de los retos a los que se enfrentaron en 2023 durante la investigación, tales como garantizar la participación con enfoque diferencial para personas adultas y campesinas, con condiciones de salud particulares, que viven en la ruralidad, con dificultades en la conectividad de electricidad, señal telefónica e internet.
Además de ello, la situación de los hermanos les obligaba a moverse por distintas zonas para ganarse su sustento. Sin embargo, gracias a la solidaridad y a la comprensión del carácter humanitario en la búsqueda, varios liderazgos comunitarios apoyaron el proceso de búsqueda y facilitaron la recolección de información.
De acuerdo con la entidad, también se afrontó la desconfianza de la población con la institucionalidad y el Estado, dado que esto ha sido su mecanismo para protegerse y sobrevivir en un contexto de violencia que todavía permanece en varias regiones que han sido golpeadas por el conflicto armado.
Diana Paola Viveros Cangrejo, coordinadora del equipo Meta de la UBPD, aseguró que: “Definitivamente el conflicto ha sido muy fuerte y ha marcado la vida de las familias colombianas. Sin embargo, hay esperanza de encontrar a las personas con vida. Entonces, quienes tienen seres queridos desaparecidos: anímense a emprender un proceso de búsqueda”.
En 2023, la Pastoral Social firmó un convenio con la UBPD para apoyar la búsqueda humanitaria y extrajudicial en el marco de la implementación del Plan Regional de Búsqueda del Meta, el cual incluye acciones como el acercamiento a las comunidades rurales del departamento. Es así como “Hernán” encontró a la entidad y empezó su proceso de búsqueda de su hermano.