El Caribe cuenta con poblaciones que son atractivas para el descanso en esta Semana Santa, pero también están cargadas de tradiciones que se pueden vivir en estos días santos. Una de las prácticas que más se ha mantenido a lo largo de los años es la los festivales del dulce. En ciudades como Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y en muchas zonas de la región Caribe, es una tradición comer dulces durante esta temporada.
Para esta celebración religiosa es muy común ver diferentes puestos de estos manjares en lugares públicos como parques, centros comerciales, plazas, etc. Según varios historiadores, esta costumbre se debe a la “amargura” que representa la crucifixión de Jesús, un evento doloroso, y para pasar dicho trago amargo, muchas culturas usaban los dulces para aliviar el momento.
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Sumado a esto, los dulces también son parte de la cultura afro y es uno de los rasgos que esta cultura conservó en su conversión hacia el catolicismo, lo que consolidó aún más su consumo durante las fechas de Semana Santa. Es por eso que es usual que durante los días santos, en especial el Viernes Santo, en los hogares de la costa, lo único que se consuma sea dulce de leche, de mango, de ñame, de piña, papaya, entre otros. Los dulces se comparten entre familia y vecinos, quienes jocosamente se dicen entre sí, si no los han “rasguñado”, con algún dulce.
Otra de las costumbres de la Semana Santa en la costa caribe es no comer carnes rojas y sustituir estas por el pescado. Existente varias interpretaciones, sin embargo, una de las más comunes es que al comer carne roja en estas fechas se está cometiendo un pecado debido a que esta carne representa el “deseo, la lujuria y la pasión”, conceptos o emociones que pueden asociarse como inapropiadas, especialmente el Viernes Santo.
Una de las prohibiciones que trae consigo la celebración de la Semana Santa en algunos pueblos del Caribe consiste en suprimir la programación habitual de las estaciones de radio, tanto en sus espacios periodísticos como de música tropical y romántica. Esto se trata de una especie de manifestación de duelo que los empresarios de la radio obedecen por disposición religiosa, y que la gente acepta.
Los mayores y sabedores de los pueblos del caribe argumentan otras prácticas como que, vestirse de rojo en Semana Santa es “pecado”, ya que es la “representación del demonio”. A los más pequeños se les pide bañarse antes de mediodía porque “el agua se les convierte en sangre si no lo hacen” o “se convertirán en pescado”. También se dice que no se puede barrer en los días santos y hasta la resurrección de Jesús, puesto que, “se está barriendo el cuerpo del señor”. Recomiendan recogimiento en los hogares, desde el Viernes Santo hasta el Domingo de Resurrección, porque “el diablo anda por la calle. Por esto mismo, muchos de quienes predican estos mitos, prefieren no viajar y vacacionar en esta época por “mal augurio”.
A veinticinco (25) kilómetros de Barranquilla se encuentra el municipio de Santo Tomás, una de las poblaciones con mayor número de visitantes en Semana Santa por sus fiestas patronales dedicadas a Santo Tomás de Villanueva y por la tradicional práctica de flagelación. En esta los feligreses cubren el rostro y se autoinfligen con el fin de cumplir mandas y recibir favores divinos; esta costumbre religiosa se realiza los viernes santos. En otra población, como lo es Santa Cruz de Mompox, una de las costumbres más conocidas, es la de adornar con joyas las figuras de los santos que desfilan en las procesiones por las calles, recordando la muerte de Cristo.