Bogotá cuenta con una extensión de 163.000 hectáreas y aunque se mencione poco, tiene historias, leyendas urbanas y mitos que profundizan sobre posibles secretos que aún no han sido expuestos en la capital de Colombia.
El 7 de marzo, Infobae Colombia profundizó en cinco “lugares prohibidos para visitar en Bogotá”, en los que se hacía mención a espacios que son conocidos, pero que acceder a ellos es algo que logran pocos turistas o visitantes, esto, desde el relato del youtuber bogotano Diego Andariego.
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Dentro de los lugares mencionados estaba el palco presidencial del Teatro Colón, la iglesia de San Agustín, en donde están los restos de Policarpa Salavarrieta y la bóveda del Museo de la Casa de la Moneda; sin embargo, también se señalaron los túneles del Colegio San Bartolomé la Merced, una institución fundada en 1941 sobre el que existen múltiples leyendas, debido a que es uno de los espacios más representativos de la comunidad jesuita en Bogotá.
Los jesuitas son una orden católica de sacerdotes fundada hace medio milenio y en este colegio se afirma que hay túneles que conectan con todos los alrededores de la plaza de Bolívar; sin embargo, no hay información puntual sobre ellos y desde cuándo fueron clausurados.
Debido a la referencia al Colegio San Bartolomé la Merced, un egresado de esta institución en 1984 habló con Infobae Colombia para profundizar sobre las historias que existen sobre este espacio.
En primer lugar, el bogotano expuso que estuvo en la institución antes de que se realizaran varias modificaciones, incluyendo la admisión de mujeres en un colegio que en un principio era 100% masculino; además de esto, afirmó que las historias de los túneles es real y que estuvo en la puerta de uno de ellos.
“En el que te comento, nosotros, los bartolinos, lo conocemos como el túnel o la cueva del diablo, decían que fue construido en similitud con la 26 en la época de Rojas Pinilla, pero que está conformado como un laberinto subterráneo que utilizaban los jesuitas, eso queda en la parte alta de la montaña, en donde estaba el primer sismógrafo de Colombia”.
El exestudiante reveló detalles de las historias que conoció en el San Bartolomé y que, afirmó, también hacen parte de varios libros en la biblioteca de la institución, incluyendo una sección en la que se profundiza de la historia del colegio y los jesuitas.
“Hay unas piedras y un hueco, como los jesuitas eran perseguidos, dicen que esto conectaba con el colegio que queda al lado del Palacio de Nariño, pero que los sacerdotes construyeron un muro porque muchas personas se perdieron por buscar un tesoro”.
Estas desapariciones hicieron que se conociera como la cueva o el túnel del diablo, pero en un aspecto aún más llamativo de esta leyenda urbana, en los libros de la biblioteca se mencionaba un presunto tesoro que escondía una capilla secreta dentro de los túneles, que era el objetivo por el que algunos sujetos ingresaron allí.
“Yo alcancé a entrar, pero como a cinco metros de arrancar hay un muro que los mismos curas construyeron para que dejaran de desaparecer personas; también se habla de una capilla oculta en el que hay un cáliz que dicen es más grande que la famosa lechuga y con esa historia mucha gente intento buscarlo y se perdieron”.
Por último, el bogotano afirmó que entendía que se tomen como locuras este tipo de historias, por lo que invitó a más estudiantes a hablar sobre estas leyendas que fueron mencionadas a diario dentro de la institución.
“Varios escritos de la biblioteca tienen memorias sobre ese cáliz, obviamente son historias, pero de que hay túneles e historias sobre ello, lo hay y cualquier bartolista de mi época se lo puede confirmar, que los curas no quieran que se sepa para qué no sea popular, es lógico”.