Tres individuos, identificados como Diego Fernando Mora Obando, Vivian Vanessa García Rivero y Darwing Carmelo López Cotes, fueron detenidos e imputados por el Grupo Especial de la Fiscalía contra el maltrato animal (Gelma) por presuntamente formar parte de una organización delictiva apodada los Arpía.
Al parecer, el grupo se dedicaba al tráfico ilegal de partes de fauna silvestre, incluyendo jaguares, águilas arpía, guacamayas, entre otros. Las autoridades judiciales decidieron el encarcelamiento preventivo de los implicados, quienes operaban desde Orito (Putumayo) hasta Villa de Leyva (Boyacá) y utilizaban redes sociales para la comercialización de estos artículos.
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El funcionamiento de esta red de tráfico se describió detalladamente. De acuerdo con el ente judicial, Mora Obando es señalado como el líder de la banda, encargándose de coordinar la adquisición y distribución de los productos derivados de especies protegidas. “Desde Orito presuntamente solicitaba los productos de especies de fauna silvestre colombiana como colmillos y plumas, entre otros, para su posterior distribución”, explicó la Fiscalía.
De otro lado, López Cotes era responsable de obtener las partes de los animales, mientras que García Rivero habría gestionado las ventas a través de publicaciones en plataformas digitales. Con base en lo detallado por las autoridades, los Arpía han estado bajo investigación desde el 2021, momento en el cual se incautaron 94 partes de águila arpía, entre ellas dos tarsos y 92 plumas, en el aeropuerto El Dorado de Bogotá. Igualmente, se estima que la organización ha ejecutado alrededor de 10 transacciones ilegales de materiales de fauna silvestre.
En uno de los casos documentados, Mora solicitó a López Cotes la adquisición de garras de gavilanes y colmillos de puercos silvestres, logrando reunir un total de 46 unidades. Entre los objetos comercializados, destacan partes de águilas y colmillos de jaguares, los cuales alcanzan precios de mercado significativos, aproximadamente un millón de pesos. Este caso resalta no solo la vulneración a la legislación de protección de especies en peligro de extinción, sino también los esfuerzos de las autoridades por desarticular redes dedicadas al comercio ilegal de vida silvestre.
Autoridades combaten tráfico de fauna en Semana Santa
En un operativo significativo que marcó el inicio de la Operación Paz con la Naturaleza en Montería, Córdoba, el Día Internacional de los Bosques, las autoridades lograron la recuperación de 800 tortugas hicotea y la incautación de 67 de estas ya desmembradas, junto a 500 huevos, armas de fuego y municiones, en un valor estimado de $800 millones. La operación, dirigida por la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional, es un esfuerzo por contrarrestar el tráfico de fauna durante la Semana Santa, período donde se intensifica esta práctica ilegal.
La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, y el coronel William Castaño, director de Carabineros, encabezaron el lanzamiento de esta iniciativa, que busca concienciar sobre la importancia de preservar la naturaleza y evitar el consumo de especies protegidas. Además, anunciaron que más de 7.600 efectivos apoyarán las labores de inspección y búsqueda de fauna traficada en terminales aéreas y terrestres en todo el país, con el auxilio de escuadrones caninos especializados.
Durante el 2024, se han incautado 3.267 individuos entre reptiles, aves y mamíferos, evidenciando un preocupante incremento en el tráfico de fauna en Colombia, especialmente en departamentos como Córdoba, Valle del Cauca y Sucre. Estas acciones forman parte de una estrategia nacional más amplia para la prevención y control del tráfico ilegal de animales silvestres, que incluye talleres educativos y la participación de diversas instituciones gubernamentales.
La campaña también insta a la población a disminuir el uso de palma de cera durante la Semana Mayor y a denunciar el tráfico y venta de carne de especies protegidas. Además, se destacó el arresto de tres personas implicadas en una red de tráfico de aletas de tiburón, subrayando la determinación de las autoridades en combatir este delito, que sigue la trata de personas, el narcotráfico y el comercio ilegal de armas en términos de impacto global.