La inseguridad en Bogotá no parece disminuir y, por el contrario, cada día se conocen nuevos y graves casos de hurtos, lesiones en la capital.
En un hecho reciente en el suroccidente de la ciudad, un auxiliar de la Policía Metropolitana resultó herido con arma cortopunzante después de evitar el robo a un conductor de un taxi.
El hecho ocurrió en la avenida de las Américas con Ciudad de Cali, en el barrio Patio Bonito, cuando el agente recibió varias heridas con cuchillo tras intervenir en el acto delictivo en contra de un taxista, quien fue abordado por los atracadores para quitarle sus pertenencias y el dinero que había hecho durante su turno.
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Según con información de las autoridades, el uniformado fue trasladado y está siendo atendido en la Clínica del Occidente ante la gravedad de las heridas.
Por el momento, la Policía no se ha pronunciado al respecto.
Este caso recordó un reciente operativo policial en Pasto, Nariño, cuando un agente del orden evitó una potencial tragedia al neutralizar con un arma eléctrica a un asaltante armado con un machete. El suceso, que capturó la atención pública tras difundirse ampliamente en las redes sociales, tuvo lugar cuando la policía respondió a una alerta sobre un intento de robo en un establecimiento comercial.
Según los reportes, al momento de la intervención el sospechoso se había ocultado dentro de un cuarto del negocio. Al ser descubierto, el individuo intentó agredir a uno de los oficiales en el rostro con el machete. La rápida reacción del uniformado, empleando el arma eléctrica, permitió inmovilizar al atacante sin causarle daños mayores, lo cual evitó consecuencias más graves.
Este incidente resalta los peligros a los que se enfrentan las autoridades en su labor diaria y la eficacia de las armas no letales para controlar situaciones potencialmente mortales. En Colombia, el uso de este tipo de equipamiento por parte de la policía está regulado, exigiendo a los agentes completar un curso de formación de 40 horas y pasar una evaluación psicológica antes de su autorización.
Esto forma parte de un protocolo establecido por la Policía Nacional que busca garantizar el uso adecuado de las armas eléctricas, comúnmente conocidas como Taser, para minimizar el riesgo de lesiones graves.
Tras un acto de sicariato en un parque, dos policías fueron recibidos a bala entre Soacha y Bogotá
En un violento enfrentamiento en la noche del lunes 12 de febrero de 2024, dos miembros de la Policía Nacional resultaron gravemente heridos en la localidad limítrofe entre Bogotá y Soacha, específicamente en el sector de Santo Domingo. Este acto ocurrió como consecuencia de un intento de homicidio contra un civil, lo que desencadenó una persecución policial que culminó con un ataque armado contra los uniformados.
Las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta 50 millones de pesos para quien brinde información que conduzca a la captura de los responsables.
El altercado inició aproximadamente a las nueve de la noche, cuando dos individuos a bordo de una motocicleta abrieron fuego contra un hombre en un parque de Soacha, logrando huir del lugar. Agentes del cuadrante 46 de Cazucá en Bogotá, al percatarse del incidente, persiguieron a los sospechosos, siendo interceptados y agredidos a tiros por un atacante en su escape hacia Bogotá.
Uno de los oficiales recibió un disparo en la cadera y el otro, en condiciones más críticas, fue herido en el rostro.
Prontamente, los residentes del área acudieron en auxilio de los policías heridos, quienes fueron trasladados al Hospital Cardiovascular de Soacha. Ahí recibieron atención médica de emergencia. El estado de uno de ellos es particularmente delicado dada la seriedad de las lesiones faciales causadas por el proyectil.
Las autoridades, en respuesta a este violento suceso, han montado operativos en búsqueda de los individuos implicados en el ataque inicial y en la subsiguiente emboscada a los oficiales.