En su viaje por la costa Caribe colombiana, el pequeño bloguero gastronómico conocido como Nama Bites disfrutó de varios platos de la gastronomía nacional, como el coctel de camarones, el bollo e’ mazorca y el patacón al estilo cartagenero.
Su experiencia, sobre este último producto, lo habría llevado a tener el momento más feliz de su vida, pero, antes de eso, ni siquiera había escuchado sobre este plato típico de la Ciudad amurallada: “It smells absolutely fragantifulous. Do you guys know what this is called? I have no idea what it’s called, but let me know”, comentó. En español, sus palabras fueron las siguientes: “Huele absolutamente delicioso. ¿Saben cómo se llama esto? Yo no tengo ni idea, pero díganmelo”.
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El suyo fue un patacón para dos, pero no dejó ni un bocado al levantarse de su silla, ya que disfrutó cada uno de sus ingredientes que, mezclados, hacen de este plato una explosión de sabor: “Stirring it around with rhe plants. That looks absolutely scrumptious. And to finish it off with some chips. They kinda look like very, very tiny french fries” (“Lo mezclan con plantas. Se ve absolutamente delicioso. Y para rematar, agregan unas patatas fritas. Parecen patatas fritas muy, muy pequeñas”).
Su descripción magistral sobre el plato no solo lo llevó a conectar con los habitantes de la costa, sino también, a ampliar sus seguidores en territorio colombiano que, se sintieron atraidos por la manera en la que crea contenido y cómo disfruta de la comida.
“I am so excited to eat this. The chips add crunch, the meat and cheese are just so soft. I’ve never never been so happy to be alive in my life. It’s kinda like a deconstructed taco almost”, (“Estoy muy emocionado de probar esto. Las patatas fritas añaden un toque crujiente, la carne y el queso quedan muy suaves. Nunca en mi vida me había sentido tan feliz de estar vivo. Es casi como un taco deconstruido”), reseñó.
Pero, incluso, con todo y su amor a primer mordisco por el patacón no se compara con el plato que, al día siguiente, logró robarle el sueño. Se trata del coctel de camarones, que, también, recorriendo las calles de Cartagena llamó su atención.
“This is a shrimp cocktail. It has tomato sauce, seasonings, onions. This wonder out. I wanna get somo of that sauce in there”, (“Este es un cóctel de camarones. Lleva salsa de tomate, condimentos, cebolla. Es toda una maravilla. Quiero poner un poco de esa salsa aquí”), detalló el menor.
Y es que, a pesar de haber probado distintas versiones de este plato, la cartagenera, con salsa de tomate, cilantro y cebolla estuvo a punto de dejarlo sin palabras, con todo y que siempre logra describir los platos que llegan a su canal a la perfección:
“Thats one of the best shrimp cocktails I’ve ever had. This bring wonders. This is gonna give me good dreams”, (“Es uno de los mejores cócteles de camarones que he probado. Es una maravilla. Voy a soñar con esto”), bromeó, haciendo una clara referencia a sus sabores afrodisiacos.
Y continuó: “The shrimp is not too overpowering, tomato sauce really compliments the shrimps flavor with the onions just ohhh. This is one of the best shrimp cocktails I’ve ever had”, (“Los camarones no opacan a los otros sabores, la salsa de tomate realmente complementa el sabor de los camarones con las cebollas y es simplemente ohhh. Este es uno de los mejores cócteles de camarones que he probado”) .
El plato resultó ser de su agrado, al punto en el que Nama aprendió a decir “gracias” y “esto es muy, muy, muy, muy, muy, muy bueno”, tan solo para darle sus felicitaciones al maestro cevichero.