Colombiano le puso quesito al chocolate de su esposa francesa y esta fue la reacción de la europea

La pareja colombofrancesa Juan y Jessi, conocidos en redes sociales como los frañols, volvieron a poner a prueba sus diferencias en la cocina, cuando Juan le dejó un trozo de queso a Jessi en el chocolate, como suele hacerse a la hora del desayuno o las onces en Colombia.

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Jessi: Bebé ¿qué es esto?

Juan: ¿Qué?

Jessi: ¿Qué es esta cosa blanca?

Juan: Jummm.

Jessi: Mira, hay una cosa aquí (en mi chocolate) ¿Qué es?

Juan: Una sorpresa.

Al estar derritiéndose en el fondo, Jessi tardó un poco en notar la sorpresa que su esposo dejó en el chocolate, pero, al no conocer la tradición colombiana tardó aún más en saber de qué se trataba o animarse a probarlo:

Jessi: ¿Qué estás comiendo? (cara de desagrado) ¿Qué es eso?

Juan: Quesito.

Jessi: ¿Qué?

Juan: ¿Nunca has comido chocolate con queso?

Jessi: ¿Le pusiste queso a mi chocolate?, ¿queso?

Juan: Quesito, sí. Es que usted no sabe comer.

Jessi: (Se ríe) No, realmente no, no entiendo.

Juan: Escucha, escucha (acerca su mandíbula a ella y mastica el queso de consistencia gomosa).

Jessi: Para, me da asco. Voy a probar, pero es solo porque te amo.

Juan: A ver.

Jessi: (Intenta tomar sin éxito varias veces el queso, hasta que por fin logra darle un mordisco).

Juan: Vea, qué rico ese pedazote.

Jessi: No, pero, realmente tienes ideas extrañas ¿Quién hace cosas así?

En el país de las mariposas amarillas, incluso, se consume el migao antioqueño: un tazón de chocolate caliente con pan, almojábana, queso, galletas y achiras, pero, al parecer, para Jessi el solo chocolate con queso fue demasiado.

Jessi: Le pongo un 2 de 5.

Juan: ¿Qué? Está loca, eso es un 5 de 5. Le admito hasta el cuatro, pero de ahí para abajo, no.

Jessi: Es un 2 de 5, bebé. Lo siento. Y es válido.

Juan: 2 sobre 5 le doy entonces a la baguette.

Jessi: (Se ríe, mientras sigue mirando la televisión).

La que para algunos extranjeros sería la combinación más extraña que han visto en un review, para los nacionales es una exquisitez; lo que, desató todo tipo de preguntas y testimonios encontrados en las redes de los frañols:

“Lo más rico que tiene Colombia es el chocolate con queso, el bocadillo con queso y la oblea con queso ¡Todo con queso!”, “Ningún otro país en su sano juicio le metería queso al chocolate, solo ustedes”, “Pero, Juan, casi le pone la salsamentaria entera dentro del chocolate, píquelo tantico”, “¿Se puede hacer con cualquier queso o es uno en especial? Se me antojó hacerlo”, “Queso con chocolate o queso en la agua de panela, solo para paladares exquisitos”.

A falta de restaurantes parisinos que preparen el típico tolimense, Juan se animó a preparar lechona en su casa y, por su puesto, Jessi fue la primera en probarla. Su reacción, quedó registrada en un corto video que se hizo viral en las redes sociales.

Juan: Hoy usted va a probar la lechona.

Jessi: Ujum.

Juan: La lechona es un plato típico de Colombia, del Tolima. Esto que ves acá en la parte de encima es el cuero del cerdo.

Jessi: ¿El qué?

Juan: El cuero. Y lo que va en el interior es arroz con carne de cerdo, alverjas también y muchas otras cositas, para que las pruebes.

Jessi: ¿Qué tengo que probar primero? ¿La piel?

Juan: Sí, corta el cuero.

Con cautela y algo de incertidumbre por el sabor que estaba a punto de conocer, tomó una pequeña esquina, la olfateo, analizó a detalle y luego se la llevó a la boca para masticarla lentamente.

Jessi: ¿Esto solo es piel? ¿Es piel frita?

Juan: ¿Te gusta?

Jessi: Sí, tiene sabor como a carne. Esta me gusta porque esta crujiente, peor la parte que no se cocinó bien y está blanda, sé bien que no me va a gustar.

Juan: Ok, ahora prueba el interior.

Jessi: Desde ya me gusta la textura del arroz.

Juan: Ok.

Jessi: Está como me gusta.

Juan: ¿Entonces te gustó?

Jessi: (Asiente con la cabeza y con expresión de sorpresa en su rostro) Sí, esta bueno. El arroz me parece que tiene mucho sabor. La grasa no me gusta, pero la carne sí.

Juan: ¿Pero te gusta o no? ¿Está aprobado?

Jessi: Sí, me gusta, pero si tuviera que comérmela sola nunca lograría terminarla (risas).