En la mañana del miércoles 20 de marzo, la movilidad de la capital se ha visto gravemente afectada después de que un grupo de indígenas pertenecientes a la comunidad embera se tomara uno de los más importantes corredores viales para exigir respuestas por parte de la Administración distrital.
Según se conoció, al menos un centenar de indígenas se apoderó de la calle 26 para emprender una protesta exigiendo garantías en materia de educación para 120 niños de la comunidad que mantiene asentada en Bogotá.
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El primer reporte sobre la manifestación se dio sobre las 9:00 de la mañana, a la altura de la carrera 13, y se desplazó hasta la sede de la Secretaría de Educación, donde aseguraron que permanecerán hasta que se definan soluciones reales para la población infantil.
Sin embargo, los indígenas iniciaron su recorrido desde el Parque Nacional, donde se encuentran asentadas al menos 120 familias desde octubre de 2023, generando inconvenientes de salubridad y daños en la zona común de la ciudad.
Según el reporte de la Secretaría de Movilidad, el recorrido de los indígenas terminó sobre las 10:30 a. m. en la sede de la Secretaría de Educación, por lo que agentes de tránsito pusieron en marcha planes de contingencia para retomar la movilidad por el corredor que conduce al Aeropuerto Internacional El Dorado.
Y es que la movilidad se vio retrasada desde tempranas horas, pues sobre la calle 26 también existe paso reducido por cuenta de las obras para la construcción del Transmilenio por la avenida 68, por lo que los conductores se vieron obligados a invadir el carril exclusivo.
Esta es la segunda vez en cuatro días que los indígenas embera se toman las vías de la capital del país exigiendo garantías para el retorno a sus hogares, además de implementar planes de acción para garantizar la educación de los más pequeños.
Desde el pasado 13 de marzo y hasta el sábado 16, los indígenas ubicados en el Parque Nacional, la UPI La Rioja y el parque La Florida, adelantaron una manifestación para exigir la construcción de viviendas en Chochó y la inversión de 5.000 millones de pesos en plan semilla para garantizar sostenimiento de las familias.
Aunque en ese momento llegaron a un acuerdo, en la mañana de este miércoles exigen reunirse, esta vez, con los funcionarios del alto Gobierno y del Distrito, pues aseguraron que están cansados de llegar a acuerdos con delegados, los cuales nunca se cumplen.
“Si no hay reunión con funcionarios hoy, nosotros amanecemos acá”, comentó a La Silla Vacía Miguel Ángel Sintúa, uno de los líderes indígenas que reside en cambuches improvisados en el Parque Nacional.
Esto fue lo acordado entre la comunidad embera y el Gobierno nacional
Tras cuatro días de manifestaciones protagonizadas por 120 familias de la comunidad indígena embera, el Gobierno nacional y el Distrito, llegaron a un acuerdo con los manifestantes, quienes habían recorrido a pie desde el Parque Nacional hasta el Ministerio de Vivienda el miércoles 13 de marzo.
Las negociaciones, que se extendieron por más de ocho horas durante el sábado 16 de marzo, culminaron con el levantamiento de la protesta y el compromiso de un retorno seguro para 95 familias al resguardo Alto Andágueda, en Bagadó (Chocó).
Usiel Villazón Arias, presidente de la Asociación de Cabildos por Colombia y representante legal de las familias embera, reveló que entre las exigencias planteadas al Gobierno se encuentran la construcción de 150 viviendas ancestrales en Bagadó, la implementación de un kilómetro de placa huella, el lanzamiento de proyectos de emprendimiento, asignación de 5.000 millones de pesos en capital semilla para artesanías, la inclusión en el programa Renta Ciudadana del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), y el apoyo de la Agencia para la Reincorporación (ARN) en proyectos de cultivo. “No quieren vivir del subsidio, quieren emprender. Tenemos proyectos listos, pero no ha habido respuesta”, afirmó Villazón en diálogo con El Espectador.
La respuesta gubernamental estuvo liderada por la viceministra del Interior para el Diálogo Social, la Igualdad y los Derechos Humanos, Lilia Solano, quien aseguró que se está trabajando en un retorno organizado que se ejecutará en dos fases, bajo la coordinación de la Unidad para las Víctimas (UARIV).
Además, enfatizó en el esfuerzo del Distrito por encontrar soluciones temporales de alojamiento durante los próximos dos meses, mientras se prepara una respuesta estructural a las demandas de los indígenas embera. “También le hacemos un llamado a la comunidad, por la responsabilidad que tienen frente a estas vías de hecho que exponen y victimizan a niños y niñas”, sentenció Solano.}