La Policía Nacional informó acerca de la incautación de un arsenal compuesto por partes para 14 fusiles y al menos 10 armas de fuego, así como munición de diferente tipo en el aeropuerto El Dorado.
Este material de guerra provenientes de Europa y Estados Unidos, estaba camuflado entre ropa, juguetes y electrodomésticos, lo que evidencia las complejas tácticas usadas por redes criminales para introducir armamento al país.
Según informaron las autoridades, el destino final de este cargamento eran grupos delincuenciales que operan en Bogotá y Cajicá, en el departamento de Cundinamarca, lo que pone en relieve la constante lucha contra la violencia y el crimen en la región.
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La operación, que se realizó en forma conjunta entre la Policía Fiscal y Aduanera y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), “logró la incautación de partes y accesorios de armas y municiones; esto en los controles efectuados en la zona de tráfico postal de envíos urgentes del Aeropuerto Internacional El Dorado”.
De igual manera Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), sobre lo ocurrido dijo que: “La utilización de herramientas tecnológicas para el control aduanero permitió detectar los artículos de ingreso prohibido al territorio nacional, los cuales iban camuflados en electrodomésticos, juguetes, herramientas de construcción, prendas de vestir y calzado”.
Actualmente, las autoridades se encuentran realizando una investigación para determinar la procedencia y el destino final del material incautado, con el fin de establecer si las armas estaban destinadas a ser distribuidas entre grupos armados organizados o bandas de delincuencia común. Este esfuerzo de investigación forma parte de un conjunto de medidas que, según la institución, han sido cruciales para prevenir la comisión de delitos que afectan gravemente la seguridad ciudadana.
Entre los crímenes que estas acciones buscan combatir se encuentran el homicidio, el hurto en todas sus modalidades, el tráfico de estupefacientes y la extorsión.
De igual manera la Policía mediante un comunicado hablando de lo ocurrido comentó que: “Evitamos la materialización de los delitos que afectan la seguridad ciudadana en especial los priorizados en el marco de este plan tales como: el homicidio, hurto en todas sus modalidades, el tráfico de estupefacientes y la extorsión”.
Las autoridades enfatizaron la importancia de la colaboración ciudadana en la lucha contra el contrabando, instando a la población a reportar actividades sospechosas o irregularidades en la comercialización de mercancías. Destacaron los canales de comunicación disponibles para tales denuncias: la línea telefónica 159 y el correo electrónico polfa.anticontrabando@policia.gov.co, asegurando que la información proporcionada será manejada con total confidencialidad y será vital para combatir este delito.
Esta ocasión no ha sido la única en que se da una incautación similar en el aeropuerto El Dorado pues en 2023, llegó un paquete que estaba marcado como envío urgente desde Miami. Dentro de este, cuidadosamente disimulado entre otros objetos, se hallaron componentes de armamento diverso incluyendo partes de fusiles, pistolas, escopetas y munición de variados calibres.
En el interior de la caja, oficiales de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) encontraron en aquella oportunidad una pieza correspondiente a una pistola automática de última generación, un artículo de alto valor y potencialmente peligroso. Además, en la documentación de envío adjunta, se registraba un teléfono celular que, tras una investigación, se descubrió que tenía actividad registrada en múltiples municipios cercanos a Bogotá.
Las autoridades, narraron en ese momento que, empleando recursos tecnológicos y contando con la colaboración de la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI), lograron identificar el taller clandestino dedicado al ensamblaje de armas. Este lugar servía como punto de montaje para las piezas que eran traídas del extranjero de manera ilegal. Tras un seguimiento, se ubicó al propietario de la instalación, quien fue detectado al ingresar al predio manejando dos caballos, una táctica presuntamente usada para disimular sus actividades ilícitas.
El establecimiento estaba equipado con un sistema de circuito cerrado de televisión que ofrecía al propietario la capacidad de monitorear remotamente quién se acercaba al lugar. Esta medida de seguridad le permitió al individuo mantenerse alerta y, al notar actividades sospechosas o presencia inusual cerca de él, optó por desaparecer de la escena durante varios días.