En una acción conjunta entre la Fiscalía General de la Nación, la Dijín de la Policía Nacional y las autoridades francesas, fue capturado León Darío Peláez Trujillo, alias El Flaco, presunto cabecilla de una red criminal trasnacional señalada de enviar toneladas de clorhidrato de cocaína camufladas en veleros y catamaranes a Australia y otros países de Oceanía.
El presunto delincuente se ocultaba en un apartamento de un exclusivo sector de Medellín y ya fue presentado por una fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico ante un juez con función de control de garantías.
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Los elementos de prueba recogidos por las autoridades indican que el Flaco sería el articulador, financiador y coordinador de la estructura, que adquiría veleros y catamaranes y los acondicionaba con caletas y compartimientos secretos. Estas embarcaciones eran enviadas desde Panamá a mar abierto por el Pacífico Sur.
Pero cuando pasaban por Tumaco, Nariño, en aguas colombianas, hombres que se movilizaban en lanchas rápidas se encargaban de entregarles a los tripulantes las cargas de estupefacientes para que los ocultaran y los llevaran a su destino.
En enero de 2017, las autoridades de Francia detectaron dos veleros en la Polinesia Francesa cargados con cocaína: el primero cerca del archipiélago de Las Marquesas, portando 629 kilogramos de la droga; y el segundo en Papeete, Tahití, con 810 kilogramos. En ambos casos se detuvo a los individuos a bordo, que incluían a dos españoles, un francés y un panameño.
Con todas las pruebas recogidas, la Fiscalía General de la Nación imputó a El Flaco con los delitos de concierto para delinquir con fines de narcotráfico y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado. El procesado no aceptó los cargos y deberá cumplir con medida de aseguramiento en centro carcelario.
Interpol mantiene activa una notificación roja contra Peláez Trujillo por solicitud de la justicia francesa. Durante las investigaciones, se ha detenido a 11 sospechosos de pertenecer a esta red de narcotráfico en varios países, siendo la mayoría de nacionalidades francesa, colombiana, dominicana, portuguesa, panameña e italiana.
Capturaron a un exfuncionario de la Armada por facilitar la salida de droga desde Colombia
La Fiscalía General de la Nación anunció la detención de Jair Alberto Álvarez Valenzuela, anterior técnico de la Armada Nacional, acusado de colaborar en el tráfico de cocaína desde Urabá hacia Estados Unidos y Centroamérica.
Álvarez, quien hasta 2022 trabajó en la Estación de Guardacostas de Urabá, habría utilizado su cargo y conocimientos para apoyar a grupos narcotraficantes en la exportación de la droga.
La aprehensión fue efectuada por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en Turbo, Antioquia. Investigaciones indican que Álvarez perfiló y contactó a funcionarios para colocar dispositivos electrónicos en las naves facilitando el tráfico de sustancias. Utilizando su experiencia en logística y software, contribuyó a que los líderes narcos seleccionaran momentos adecuados para el transporte de narcóticos, involucrando a líderes del clan del Golfo.
Una Corte del Distrito Medio de la Florida, en Estados Unidos, ha solicitado su extradición por implicaciones en narcotráfico y conspiración para delinquir. Se están llevando a cabo los trámites diplomáticos y legales correspondientes para responder a esta solicitud.
Este caso trajo a la memoria la operación conocida como Alpes, en la cual las autoridades de Panamá, contando con la colaboración de la Policía y la Fiscalía, lograron desarticular una red de narcotráfico de alcance internacional. Dicha red estaba integrada por individuos de nacionalidades panameña y colombiana, encargados de coordinar el traslado de drogas ilícitas desde las costas del Pacífico colombiano hacia Panamá. Una vez en territorio panameño, las sustancias eran destinadas tanto para el consumo local como para su envío a Norteamérica.
La culminación exitosa de esta operación clave fue resultado de un prolongado esfuerzo de inteligencia que duró más de 18 meses, lo que facilitó la recolección de evidencias sólidas en contra de los miembros de este grupo delictivo.
Martha Barrios, la fiscal panameña especializada en narcóticos, resaltó que la organización criminal operaba mediante reuniones coordinadas en ambos países, con el fin de discutir los pormenores del transporte marítimo de las sustancias ilícitas.
La operación resultó en la detención de 72 individuos vinculados con distintos aspectos del narcotráfico, incluyendo la fabricación y el tráfico de drogas, así como el blanqueo de capitales a través de inversiones en inmuebles de alto valor.
La operación Alpes también desveló la intrincada logística implementada por estos criminales para transportar los narcóticos. Mediante el uso de lanchas rápidas, las drogas eran enviadas desde Colombia y posteriormente redistribuidas dentro de Panamá, empleando rutas que atravesaban por Costa Rica en su trayecto hacia destinos más rentables en el norte del continente.