La determinación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de aceptar “de manera completa y exclusiva” a Salvatore Mancuso, ex jefe paramilitar, y tomar el poder preferente para definir su libertad, generó indignación entre algunas de las víctimas del accionar de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Entre ellas Juan David Díaz, hijo del asesinado alcalde de El Roble (Sucre), Eudaldo Díaz.
Díaz, en diálogo con Infobae Colombia, dio a conocer su concepto sobre el proceder de la jurisdicción especial y comparó esta determinación con la que tomó el 31 de mayo de 2023 el tribunal transicional con el exgobernador de Sucre y exembajador de Colombia en Chile Salvador Arana, señalado autor intelectual del crimen de Díaz, que denunció ante el expresidente Álvaro Uribe que sería asesinado.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
En primer lugar, Díaz —que oficia como representante a nivel regional del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice)— se despachó contra este tribunal y no dudó en afirmar que se repetirá la historia de Arana, que desde que le otorgaron el beneficio de quedar en libertad no ha hecho —desde su óptica— aportes significativos a quienes sufrieron con su accionar criminal.
“Vuelve y juega. La JEP va por el mismo camino de Salvador Arana y pese a que la Corte Suprema de Justicia advirtió que él era un paramilitar puro y no un tercero en conflicto. Nosotros lo dijimos: es un hombre que le miente a la justicia y lo liberaron sin haber hecho reparación ni cumplir los compromisos que hiciese”, indicó Díaz, que, además de su papel de vocero de las víctimas, ha incursionado en la política.
Para Díaz, la jurisdicción especial no ha aprendido la lección, pues la determinación va en contra de lo dispuesto por el magistrado Carlos Andrés Pérez, de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, que el 14 de marzo negó la solicitud hecha por Mancuso, pese a haber sido nombrado gestor de paz del Gobierno del presidente Gustavo Petro, debido a que su designación sería inconstitucional.
“Ese señor tiene una cantidad de órdenes de captura vigentes y vamos a exigir que sean claros en cuanto al tiempo en el que será gestor de paz, las tareas que cumplirá y a qué zonas podrá ir. Algo sensato. Pero la JEP, como un caballo desbocado, apareció desesperada, diciendo que lo va a cobijar y decidiendo si lo libera o no”, señaló Juan David Díaz, en relación con la polémica decisión del tribunal.
“Salvatore Mancuso no tendrá ningún incentivo”
Así como lo manifestó en una anterior entrevista a Infobae Colombia, su principal temor es que, con su salida de la cárcel La Picota de Bogotá, en donde se encuentra recluido luego de 15 años, nueve meses y 14 días en los Estados Unidos —país en el que pagó pena por delitos conexos con el narcotráfico—, Mancuso no tenga ninguna motivación para entregar verdad, justicia y reparación.
“Él va a salir y ya no dirá nada, o tratará de tergiversar lo que ya dijo. Y no tendrá ningún impacto jurídico, pues lo que señale carecerá de pruebas. No estoy de acuerdo con esta situación y la JEP, reiteró, se está apresurando para salvar a Salvatore Mancuso”, agregó Díaz en sus cuestionamientos a lo dispuesto al tribunal transicional.
Del mismo modo, fue crítico con lo dicho por el jefe de Estado, que durante su visita del lunes 18 de marzo a Montería (Córdoba) confirmó la intención de recibir en su despacho al excabecilla de las AUC, sobre el que pesan aún 33 medidas de aseguramiento en el tribunal de Justicia y Paz de Barranquilla, y 14 más en Bogotá, además de la relación ante la Fiscalía General de la Nación de 64.047 hechos delictivos.
“Estoy de acuerdo con que, en algún momento, se reúna con Mancuso, pero cuando ya haya cumplido el compromiso con la verdad, la justicia y la reparación. Y denuncie a sus cómplices, que tienen el dinero manchado de sangre, pues asesinaron a personas para quitarles sus tierras. Eso también es un premio, invitarlo a la Casa de Nariño, porque no lo está invitando cualquier persona y es un mensaje fuerte”, acotó.
Por último, está convencido que esa invitación tendrá que “ganársela”, pues a los primeros que debería llevar Petro es a quienes padecieron, según él, el horror de la guerra. “Y preguntarnos: cómo nos sentimos, qué pensamos y si estamos dispuestos a perdonar a Mancuso”, expresó Díaz, que estarían dispuestos a hacerlo “a un costo mínimo”: el de la verdad con lo sucedido con sus familiares.