Hay preocupación en el territorio nacional ante los constantes hechos de violencia que han sido cometidos en contra de las fuerzas armadas y la guardia indígena en los municipios ubicados en el departamento del Cauca, donde se han presentado ataques directos que terminan por afectar a la comunidad.
En la noche del domingo 17 de marzo se presentó un nuevo golpe en contra de la guardia que se encuentra en asamblea permanente en Tacueyó, ubicado en el municipio de Toribio (Cauca), de acuerdo con lo informado por la senadora de la República del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais) y vicepresidenta de la Comisión de derechos humanos, Aida Quilcué.
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De acuerdo con los reportes preliminares, este nuevo golpe en contra de la población estuvo a cargo del grupo armado ilegal Dagoberto Ramos, de las disidencias de las Farc, que ha atacado a los pobladores de la zona en repetidas oportunidades.
El ataque fue confirmado por el director del Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz), Leonardo González, que pidió atención especial para esta zona del territorio nacional, teniendo en cuenta que la región ha atravesado por una época de violencia que ha ocasionado afectaciones para la comunidad.
A través de redes sociales se han difundido videos, por medio de los cuales los pobladores relatan la situación de inseguridad que se vive en la región, por lo que se ha pedido al Gobierno nacional una intervención concreta en la zona.
Este hecho ocurrió después de la grave situación de orden público que se dio en la vereda La Bodega, durante el sábado 16 de marzo y que dejó como saldo varias personas heridas. Por causa del ataque armado murió la lideresa Carmelina Yule Paví, de 52 años.
Luego de conocerse la gravedad de los hechos, el presidente Gustavo Petro anunció el cese al fuego bilateral entre el Gobierno nacional y el Estado Mayor Central de las FARC-EP en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca.
“El EMC del Cauca en sus diferentes frentes no dio desde el principio ninguna señal de querer un proceso serio de paz. Creyó, muy equivocadamente, que la negociación era para fortalecerse militarmente y que su fortalecimiento se hacía a partir de sujetar la población a sus estructuras y de financiarse con la economía ilícita y con el gran capital ilícito”, declaró el mandatario de los colombianos.
Antes de que se tomara la decisión del cese al fuego, la comunidad del Pueblo Nasa de Toribío, junto con otros grupos indígenas, emitió un comunicado por medio del cual le pedían al Gobierno de Gustavo Petro suspender los diálogos con este grupo criminal.
“No pueden estar sentados en una mesa de diálogo mientras en los territorios siguen cometiendo delitos de lesa humanidad”, fue el contundente llamado que realizaron los indígenas en medio de su preocupación.
Del mismo modo, pidieron que se realice una pronta intervención por parte de la Corte Penal Internacional, con el fin de que se adelante una investigación sobre los hechos que acabaron con la vida de una de las mujeres reconocidas por luchas con la comunidad.
A su vez, el alto comisionado para la Paz Otty Patiño dio su mensaje sobre esta situación “Todo aquello que lastime el buen desarrollo de la paz genera una crisis, pero como dice el viejo adagio toda crisis es una oportunidad para avanzar mucho más lejos de lo que se ha pensado en un comienzo”. Finalmente, reiteró que, para avanzar en el proceso, es necesario que los miembros de las disidencias sean consecuentes con su voluntad de paz.