El fentanilo se ha convertido en una de las drogas que en los últimos años ha generado alerta a nivel mundial. Pese a que su uso es estrictamente medicinal, miles de adictos han caído en el poderoso opioide perdiendo voluntad y deteriorándose físicamente.
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Precisamente se ha presentado una denuncia sobre una adicta que se estaría robando el opioide de varias clínicas. Se trata de una enfermera que valiéndose de su profesión estaría hurtando el poderoso opioide, incluso consumiéndolo en la propia área de trabajo.
La denuncia se conoció a través de Semana desde donde personal de la clínica de Cartagena, lugar donde se habrían presentado el robo del fentanilo, alertó la situación. Al parecer la implicada sería una mujer de 24 años quien habría llegado al lugar en búsqueda de trabajo y fue contratada.
De acuerdo con los testimonios, la enfermera durante su primer turno habría logrado hurtar cinco ampolletas de fentanilo, además de presuntamente consumirlas en el baño de la institución durante su turno laboral. Incluso, no habría acabado su turno y se habría retirado por los síntomas del opioide.
“Cuando se realizó el cambio de turno a las 7 de la mañana ella no estaba, lo que dijo a sus compañeras era que tenía una migraña terrible y por esa razón no podía quedarse hasta terminarlo. Sus colegas y los mismos pacientes decían que la habían visto muy ansiosa, temblaba y sudaba mucho”, indicó uno de los denunciantes al medio citado.
El segundo día de trabajo habría ocurrido lo mismo, cinco ampolletas de fentanilo hurtadas y la enfermera fue vista con extraño comportamiento. A la hora de analizar las cámaras de seguridad las autoridades de la clínica decidieron increparla, la mujer indicó distintas explicaciones, fuertes dolores que sufría, e inclusive que uno de sus familiares necesitaba urgentemente el medicamento. Finalmente señaló que de las diez ampolletas hurtadas ya había consumido ocho.
La situación al parecer ya sucedió en otros dos hospitales, por lo que enviaron un llamado a las instituciones para estar alerta, pero también extendieron su voz de solidaridad para hacer recapacitar a un ser humano el cual califican con excelentes cualidades, pero que lastimosamente está opacada por el consumo del fuerte opioide.
“La intención del equipo profesional no es tratarla como una delincuente, sino que salga de esa etapa de negación que atraviesan los adictos para que empiece a recibir ayuda, es una nena muy joven y muy talentosa”, concluyeron los denunciantes en Semana.
Los opioides, incluido el fentanilo, son sustancias que alivian el dolor y se administran, bajo estricto control, a pacientes crónicos o terminales debido a su alto potencial adictivo y el riesgo de sobredosis y muerte por uso indebido. El consumo incontrolado de fentanilo, un opioide sintético, ha sido una preocupación global, destacándose en Estados Unidos y generando alertas en Colombia por su desviación hacia el mercado ilegal para potenciar drogas sintéticas.
En Colombia, donde el uso de fentanilo es legal para fines médicos desde los años 70, las autoridades están preocupadas por su desviación hacia el mercado negro.
El viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa, Camilo Eduardo Umaña, y el especialista en contratación pública Jorge Rodríguez, en diálogos con Infobae, destacaron los controles y la vigilancia del Ministerio de Salud y Protección Social para garantizar un uso adecuado de los opioides.
Según la resolución 1478 del 2006, es fundamental un manejo riguroso para evitar que estas sustancias caigan en manos indebidas.
La estrategia incluye una estricta supervisión en hospitales y un enfoque preventivo por parte del Estado para combatir la comercialización ilegal, considerando muy graves las infracciones relacionadas con la distribución irregular que afectan la salud pública.
El seguimiento y la educación sobre los riesgos de los opioides, tanto en el ámbito médico como entre el público general, son cruciales para prevenir la adicción y los peligros asociados al consumo indebido.