En un pronunciamiento exclusivo para Cambio, el comandante del Frente de Guerra Oriental Domingo Laín del Ejército de Liberación Nacional (ELN) afirmó que en Arauca se ha logrado erradicar por completo los cultivos de coca, marcando un hito significativo en la región.
Según alias Fabio, el papel de la guerrilla del ELN ha sido clave en la transformación económica de la zona, impulsando actividades legítimas como la agricultura y la ganadería para garantizar la seguridad alimentaria de los campesinos.
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El comandante de ese frente guerrillero dijo al medio citado que luego de una consulta popular con campesinos y militantes para definir el futuro de los cultivos de coca, el 70% de las personas estuvo a favor de la sustitución.
De acuerdo con el integrante de ese frente guerrillero, la estrategia del ELN contrastaría con el enfoque de quienes controlaban Arauca anteriormente: la antigua guerrilla de las Farc, que incentivaron la siembra de coca como una fuente de financiamiento. Justamente ese ha sido un motivo de disputa entre guerrillas en esa zona del país.
El guerrillero relató a Cambio que el décimo frente de las extintas Farc-EP daban créditos a los campesinos de entre cuatro y seis millones de pesos. Luego, con lo producido de la coca, tenían que pagarles: “Eso fue una cosa muy degradante. Sabíamos que a futuro iba a traer problemas”, mencionó alias Fabio.
Fabio, integrante del Frente de Guerra Oriental, resaltó el impacto de la sustitución de cultivos e hizo énfasis en que Arauca ha experimentado una transformación económica notable. “Actualmente todos estos territorios, que estaban repletos de coca, son plataneras, cacaoteras, pastos para ganado doble propósito. La economía campesina se transformó”, dijo el hombre al medio referido.
Enseguida, concluyó: “En Arauca ya no existe la coca. Para nosotros como Frente de Guerra Oriental es muy importante, porque le ganamos la batalla al narcotráfico”.
Cultivos ilícitos y narcotráfico en Colombia
Los informes del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) le darían la razón al integrante del grupo armado ilegal. Según se evidencia en los registros se ha visto una reducción de los cultivos ilícitos en ese departamento, alcanzando un total de cero hectáreas cultivadas desde 2019 hasta el último registro en 2022.
No obstante, los datos que muestra el Gobierno nacional difieren de los datos de la oficina de las Naciones Unidas. En la caracterización y zonificación de las regiones con más presencia de cultivos de uso ilícito, consignada en la nueva política antidrogas de 2023, Arauca cuenta con dos regiones en las que hay presencia de cultivos de coca, aunque ambas tienen un nivel “bajo”.
Como se puede notar, una de las regiones está clasificada dentro de la “Zona 1″, lo que quiere decir que su índice por incidencia del conflicto armado es bajo, así como el de pobreza multidimensional rural y la presencia de coca es baja. No obstante, esa zona tiene un índice de desempeño municipal moderado y un tiempo de viaje medio desde la cabecera municipal hasta la capital de Arauca.
Mientras que la otra región está identificada como “Zona 3″. Entonces, a pesar de que el incidencia del conflicto armado es baja al igual que la presencia de cultivos de coca, la pobreza multidimensional es moderada, el desempeño municipal es muy bajo y el tiempo hasta la capital del departamento es “lejano”.
A pesar de que el balance es, en general, favorable para el departamento, lo cierto es que el problema del narcotráfico va más allá de los cultivos ilícitos. Según Ricardo Vargas Meza, sociólogo e investigador asociado del Transnational Institute TNI, “las partes clave de la cadena de las drogas asociadas con el narcotráfico permanecen siempre sin mencionar: la participación de la infraestructura legal de un país (puertos, aeropuertos, vías fronterizas), el lavado de activos, el comprometimiento de organismos de seguridad en el contrabando de drogas y la financiación de campañas políticas con esos recursos”, todos esos aspectos tienen que considerarse antes de asegurarse que “se le ganó la guerra el narcotráfico”.