Al menos 21 Soldados en Norte de Santander terminaron intoxicados por consumir agua en mal estado

Según informó el centro médico, los uniformados se encuentran fuera de peligro y están recibiendo hidratación para controlar los síntomas

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Los uniformados, al parecer, se intoxicaron por agua embotellada en cantimploras - crédito Ejército Nacional
Los uniformados, al parecer, se intoxicaron por agua embotellada en cantimploras - crédito Ejército Nacional

Una grave situación se desató en el batallón García Rovira, ubicado en Pamplona, Norte de Santander, tras una intoxicación masiva de soldados durante la hora de almuerzo del pasado sábado 16 de marzo.

Según la información oficial, la emergencia afectó a 21 uniformados, de los cuales al menos 16 fueron trasladados de urgencia al Hospital San Juan de Dios. Las autoridades sanitarias indican que la causa probable sería el consumo de agua en mal estado, presuntamente almacenada en cantimploras, por lo que el centro hospitalario activó un plan de contingencia ante la posibilidad de que se presenten más casos.

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El subdirector científico del Hospital San Juan de Dios, Jairo Contreras, manifestó que los afectados han sido tratados principalmente con “líquido e hidratación”, señalando que por el momento no se requiere un “manejo médico complejo”. Además, el hospital ha dispuesto de sillas y camas adicionales en el área de urgencias para hacer frente a la situación, mientras se espera un informe final sobre el número de casos afectados.

Los soldados fueron trasladados a un centro asistencial por la deshidratación que presentaban - crédito Diego Pineda/Colprensa
Los soldados fueron trasladados a un centro asistencial por la deshidratación que presentaban - crédito Diego Pineda/Colprensa

Ya se procedió a notificar a la entidad territorial y al instituto departamental de salud para las respectivas muestras que se deben tomar para analizar la calidad del agua”, afirmó Contreras, lo que sugiere acciones inmediatas de las autoridades para determinar la causa exacta de la intoxicación y tomar medidas preventivas. Además, se ha hecho un llamado para el buen almacenamiento del agua y la adopción de actividades de prevención para evitar futuros eventos de contaminación.

Igualmente, desde el hospital se informó que los militares reciben dieta líquida y se mantienen bajo observación médica, tras presentar síntomas típicos de intoxicación poco después de consumir su almuerzo, alrededor de la 1:00 p. m. del sábado.

“Los militares al parecer consumieron agua que tenían en una cantimplora que se presume estaba en mal estado; sin embargo, no ha sido necesario un traslado a la ciudad de Cúcuta, ni requerido un manejo médico complejo”, señaló el centro médico a través de un comunicado.

Este incidente ha encendido las alarmas en el municipio de Pamplona y plantea serias preocupaciones sobre las condiciones de almacenamiento del agua y la seguridad alimentaria en las instalaciones militares. La repentina emergencia pone de manifiesto la importancia de garantizar un acceso seguro y limpio al agua, un recurso esencial para la salud de los soldados.

Las autoridades están revisando la procedencia del líquido para determinar las causas de la intoxicación masiva - crédito Colprensa
Las autoridades están revisando la procedencia del líquido para determinar las causas de la intoxicación masiva - crédito Colprensa

Mientras tanto, las autoridades del batallón García Rovira y las sanitarias están colaborando para esclarecer el incidente y evitar que se repita una situación similar. Mientras, la comunidad espera resultados concretos que permitan restablecer la confianza en las medidas de seguridad del agua dentro de las instalaciones militares, además de esclarecer si el agua del municipio pudo provenir del acueducto.

Sancionan a Mayor del Ejército por usar duros rituales de iniciación a soldados

La Procuraduría General de la Nación ha sancionado con una suspensión de 30 días al Mayor del Ejército Nacional, Mario Alberto Sierra Zambrano, tras ser encontrado culpable de promover ritos de iniciación prohibidos para dos mujeres ingresantes a un batallón.

Estas prácticas, descritas como humillantes y potencialmente peligrosas, incluyen acciones tan controvertidas como nadar con uniforme de gala para recuperar un sable de las profundidades, consumir bebidas alcohólicas servidas en casquillos de proyectil, y buscar una gorra en una habitación llena de humo por una granada incendiaria.

La institución disciplinaria ha expresado que “se corroboró que el Mayor incurrió en una falta reprochable al no prevenir eventos o situaciones que menoscabaran la integridad física y mental de las servidoras públicas”, resaltando así la gravedad de los actos y la negligencia por parte del oficial superior.

Según la Procuraduría, estas actividades van en contra de los valores y normativas del Ejército, constituyendo una falta grave a título de dolo, pues se determinó que el Mayor Sierra Zambrano actuó con total conocimiento de estos hechos prohibidos por el mando del Ejército.

El organismo enfatizó en la importancia de “considerar el honor, respeto y decoro para llevar los uniformes designados para su servicio”, haciendo un llamado enérgico a las fuerzas militares y a los servidores públicos para omitir definitivamente este tipo de prácticas.

Este tipo de eventos, conocidos como bienvenidas o ritos de iniciación, son vistos como actos que denigran la dignidad de las mujeres y de cualquier ser humano, violando los principios básicos de respeto y ética que deben prevalecer en cualquier institución.

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