En Bogotá, una preocupante disputa entre dos poderosos grupos delictivos, El Tren de Aragua y el Clan del Golfo está escalando.
Estas organizaciones, originarias de Venezuela y Colombia respectivamente, compiten por el dominio de territorios y el manejo de actividades ilícitas, según alertó la Defensoría del Pueblo de Colombia.
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Estas bandas están involucradas en actos violentos como amenazas, homicidios, desapariciones forzadas y extorsiones, intensificando la inseguridad en diversas localidades de la ciudad.
La situación de seguridad en Bogotá se ha visto afectada por el incremento en actividades criminales, incluyendo un notable aumento en casos de extorsión, que se elevó un 22% en 2023 en comparación con el año anterior, de acuerdo con la fundación Paz y Reconciliación (Pares).
Este aumento alarmante se atribuye a la presencia extendida de bandas criminales, incluyendo, además de El Tren de Aragua y el Clan del Golfo, a grupos como el ELN, las disidencias de las Farc, los Paisas, y los Maracuchos. La competencia por el lucrativo negocio del microtráfico, o venta de drogas a menor escala, es un factor clave en esta disputa territorial.
Los investigadores de Pares han resaltado el crecimiento y consolidación de El Tren de Aragua en Colombia, considerándolo como un actor subestimado que ahora representa una amenaza significativa para la seguridad no sólo en las zonas fronterizas con Venezuela, sino también en Bogotá. Han utilizado métodos que infunden terror en la población, incluidos panfletos y comunicaciones digitales amenazantes, para asegurar el dominio exclusivo de las áreas bajo su control, empleando tácticas como la tortura. Esta dinámica no solo pone en riesgo la estabilidad de las comunidades afectadas, sino que también plantea un desafío considerable para las autoridades.
Qué pasa en los Estados Unidos con el Tren de Aragua
En Estados Unidos, se intensificó la preocupación por la presencia del ‘Tren de Aragua’, un grupo delictivo de origen venezolano, cuya expansión al territorio norteamericano ha impulsado a más de 25 congresistas a solicitar su designación como Organización Criminal Transnacional (TCO).
Frente a la creciente inquietud, el senador Marco Rubio y la representante María Elvira Salazar, ambos de Florida, lideraron una iniciativa pidiendo al presidente Joe Biden que tome medidas decisivas contra esta banda, cuya influencia ya se considera alarmante en la nación.
El ‘Tren de Aragua’ tiene su origen en Venezuela, pero ha logrado extender sus operaciones más allá de sus fronteras, impactando a países como Colombia, Chile, Ecuador y Perú. De acuerdo con los congresistas, esta red criminal es responsable de una serie de actividades ilícitas, que van desde el asesinato y el tráfico de drogas hasta la extorsión y el secuestro.
Su presunta responsabilidad en crímenes cometidos dentro de los Estados Unidos, tales como el estrangulamiento de un policía retirado en Miami-Dade, ataques a agentes en Times Square, Nueva York, y el tráfico sexual de adolescentes en Indianápolis, destaca la necesidad urgente de una estrategia conjunta de contención que involucre a entidades como la DEA y el FBI, en colaboración con socios internacionales.
La creciente visibilidad de los actos delictivos del Tren de Aragua en suelo estadounidense no solo generó preocupación entre la comunidad, sino que ha estimulado los llamados a la acción política y de seguridad. Rubio señaló cómo el grupo parece estar forjando alianzas con otras organizaciones criminales, incluyendo la violenta pandilla Mara Salvatrucha.
Este complejo panorama refleja la multidimensionalidad del desafío que el Tren de Aragua representa, subrayando cómo su presencia amenaza no solo la seguridad pública, sino también la estabilidad social y la efectividad de las instituciones gubernamentales tanto en Estados Unidos como en América Latina.
Entre los firmantes de la carta, además de Rubio y Salazar, se encuentran figuras políticas destacadas como los senadores Bill Cassidy, Shelley Moore Capito, Chuck Grassley, Rick Scott, Tim Scott y John Cornyn, así como los representantes Andy Ogles, Carlos Giménez y Chris Smith, entre otros. Su unión en esta causa subraya la percepción de urgencia y la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva frente a la amenaza que representa el ‘Tren de Aragua’ no solo para Estados Unidos, sino para el hemisferio occidental.