Continúan las diligencias para que el único simio vivo que queda en Colombia sea trasladado al refugio de chimpancés Sorocaba en Brasil, luego de que sus dos compañeros, Pancho y Chita, fallecieran en el 2023 durante un intento de fuga del hábitat, caso que aún está siendo investigado por las autoridades.
Desde hace varios meses, los colombianos están al pendiente de Yoko el último de su especie en territorio nacional, ya que ha presentado problemas de salud, y aunque desde noviembre del 2023 se aprobó la solicitud de traslado al país vecino, según Julio César Gómez, director de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder), hasta la fecha no se han obtenido los permisos de las autoridades brasileñas para efectuar el envío.
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Tanto las autoridades de Risaralda como Brasil han realizado estudios sobre las condiciones de salud del primate, que tiene 37 años de vida, los requerimientos para el traslado y para la estadía, que requiere de unas adaptaciones específicas, pues el chimpancé no ha estado acostumbrado a convivir con otros ejemplares de su especie y estuvo por muchos años sometido a un proceso de domesticación.
Reuniones para trasladar a Yoko
Ante este panorama, y para preservar la vida de Yoko, durante los últimos días un grupo de entidades ambientales se reunieron con el ministro consejero de la Embajada de Brasil, Luís Guilherme Nascentes da Silva, para solicitarle que realice una mediación en el proceso, ya que temen por la salud del chimpancé.
Durante esta jornada participó la senadora del Partido Verde, Andrea Padilla, quien ha liderado en el país el tema de la liberación de los chimpancés, si Yoko llega a territorio brasileño, Colombia quedaría libre de simios de gran tamaño en cautiverio.
Luego de la reunión, Padilla compartió el balance de la reunión con un mensaje en sus redes sociales: “El proceso de traslado de Yoko al santuario Gran Simio, en Sorocaba, Brasil, es dispendioso (...) Hoy apelamos a los buenos oficios de la Embajada de Brasil para agilizar el trámite ante la autoridad ambiental de ese país”, comentó en su cuenta oficial en X.
En octubre del 2023, la senadora mencionó en entrevista para El Colombiano, que esta es “la última oportunidad que tiene Yoko para vivir en un santuario con otros de su especie y disfrutar de su vida y libertad, tras años de cautiverio. El Estado permitió que él fuera víctima de tráfico y creciera preso, en manos de un narcotraficante. Aunque en el Ukumarí lo han cuidado y querido, darle la oportunidad de estar con sus congéneres y de ser un chimpancé, aunque sea en semilibertad, es lo mínimo que debemos hacer por Yoko como sociedad”.
¡Salvemos a Yoko!
Tal fue el impacto que tuvo el caso en el país que incluso se adelantó una campaña para promover la liberación del chimpancé.
Luego del escándalo que desató el asesinato de Pancho y Chita, los activistas se dieron a la tarea de luchan por conseguir que el chimpancé fuera trasladado hasta un santuario. El activista Juan Pablo Olmos, lideró la operación “Libertad para Yoko”, para darle justicia al animal que lleva toda su vida en cautiverio y que ahora se encuentra solo.
“Este es un animal que necesita construir lazos de amistad con los de su misma especie, cosa que puede garantizarse de mejor manera en un santuario, donde valga a decir, estará en una condición de semilibertad, bajo la atención de veterinarios expertos en chimpancés que velarán por su protección”, comentó en un clip difundido en redes sociales.
A la iniciativa se unieron fundaciones animalistas como Animal Voices y Mentes Verdes, que lideran procesos de reasentamiento de grandes felinos y simios a nivel mundial, además de la senadora animalista Esmeralda Hernández, quien se sumó a la causa.
“Estamos haciendo todas las gestiones pertinentes, ya hemos hecho el contacto con las organizaciones internacionales y las entidades competentes para llevarlo a un santuario donde pueda pasar sus últimos años con dignidad”, señaló la congresista.