Niña de 13 años fue abusada por un compañero de un prestigioso colegio de Ibagué: la madre pide justicia

A través de una carta, la mamá de la menor relató los horrores que ha tenido que vivir su hija de 16 años desde que fue abusada por un compañero de clase de un prestigioso colegio tolimense

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Caso de abuso sexual tiene en el foco nacional a un prestigioso colegio de Ibagué - crédito Colprensa
Caso de abuso sexual tiene en el foco nacional a un prestigioso colegio de Ibagué - crédito Colprensa

Un horroroso caso de abuso contra una menor de edad tiene los ojos del país sobre Ibagué, capital del Tolima, y lugar donde se registraron los hechos que opacaron la luz de una adolescente que hoy tiene 16 años.

La madre de la menor de edad, que además de ser abusada sexualmente fue revictimizada por sus compañeros de estudio y por una parte de la comunidad socioeconómica alta ibaguereña, tomó fuerza y luego de varios años desde que se registró el caso decidió denunciar públicamente.

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A través de una carta, publicada por el medio de comunicación con enfoque de género Volcánicas, relató los dolorosos momentos que ha estado viviendo junto a su hija desde que un compañero de clases decidió accederla sexualmente sin su consentimiento, pero además, se encargó de revictimizarla contando todo a sus compañeros de colegio en forma de burla contra la niña.

La menor de edad aseguró haber sido víctima de abuso sexual - crédito Freepik
La menor de edad aseguró haber sido víctima de abuso sexual - crédito Freepik

El día que la niña y su mamá quisieran eliminar de su historia

Los hechos ocurrieron cuando poco a poco se retomaba la “normalidad” luego de meses de medidas y restricciones por cuenta de la pandemia de covid-19 que llegó al territorio nacional en el 2020.

Para esa época, la menor de edad tenía solo 13 años y estudiaba en el colegio San Bonifacio de las Lanzas, considerado uno de los mejores y más prestigiosos de esa ciudad, a donde solo asisten los hijos de la élite económica ibaguereña.

Allí conoció a uno de los jóvenes más populares de la institución, quien la hizo sentir alagada al fijarse en ella y hablarle de una manera cada vez más frecuente, situación que fue tema de conversación con su madre en esa época.

El 31 de agosto de 2021, de acuerdo con el relato, su hija le pidió permiso para pasar al tarde con ese compañero, que era 2 años mayor, y otros amigos del colegio, a lo que su madre accedió, sobre todo teniendo en cuenta que venía de una larga época de encierro y poca socialización.

“Ella me llamó a la salida de clases, a las 3 de la tarde, y me pidió permiso para ir a comer helado (con su compañero) a una plazoleta del barrio. Yo no le vi nada de malo y le di permiso de ir. Antes de las 4 de la tarde me llamó de nuevo y me dijo que él estaba castigado y que debía regresar ya a su casa, que si podía ir con él y un grupo de amigos y que estaría de vuelta antes de las 6 de la tarde. Yo, de nuevo, le di permiso. Hoy debo confesar que es la decisión de la que más me arrepiento de toda mi vida y que llevó meses intentando librarme de la culpa por haberla dejado ir”, relató la mujer.

La denuncia por abuso sexual ha estado a punto de ser archivada varias veces - crédito Luis Gandarillas/EFE
La denuncia por abuso sexual ha estado a punto de ser archivada varias veces - crédito Luis Gandarillas/EFE

Aunque la niña regresó a su casa a la hora acordada su madre notó algo distinto en su actitud, desde ese día se empezó a “apagar”.

“Se encerraba en su cuarto, lloraba mucho, no quería volver al colegio y se negaba a hablar. Lo único que logré saber en medio de una conversación fue que (el joven) y sus amigos habían hecho un sticker de WhatsApp con la foto de ella en el que le decían “el juguete” y lo tenían circulando entre sus compañeros de colegio”, se lee en la carta.

Además, de acuerdo con el relato, los jóvenes hicieron un grupo en la misma plataforma nombrado con el apellido de la niña y en el que se dedicaban a burlarse y se referían a ella como una “perra”.

Tras años de sufrimiento en silencio, la niña confesó el abuso del que fue víctima

Aunque desde ese momento la madre de la niña intentó intervenir para evitar los insultos contra su hija, nunca pudo hacer nada pues la menor le decía que iba a ser peor.

Hasta ese momento, la madre no sabía que su hija había sido víctima de abuso sexual y todo lo que rodeaba ese cruel acto que la marcó para siempre.

Sin embargo, tras años de guardar silencio y llevar la procesión por dentro, la menor de edad empezó a tomar terapia con una psicóloga clínica. Las sesiones dieron fruto y el año pasado la niña le confesó a su madre los vejámenes de los que fue víctima. “Lo que escuché de su boca rompió mi corazón en tantos pedazos que no sé si podrán volver a unirse”, escribió.

La menor y su madre han vivido todo un viacrucis en busca de la justicia - crédito Freepik
La menor y su madre han vivido todo un viacrucis en busca de la justicia - crédito Freepik

“Esa tarde, cuando ella fue a la casa de su compañero, iban con un amigo de él, también mayor que mi hija. Al entrar a la casa, que queda muy cerca de nuestro apartamento, él le pidió a mi hija que entraran en silencio a su cuarto pues su hermana no podía saber que estaba con amigos, ya que estaba castigado. Unos minutos después, con cualquier excusa, su amigo salió del cuarto dejando a mi hija y al joven solos”, relató.

“Ella recuerda que él empezó a darle besos y poco después la violó, a pesar de que ella le decía que no en repetidas ocasiones. Mi hija, como muchas otras víctimas, quedó paralizada. Él solo se detuvo cuando escuchó un ruido afuera y pensó que era su mamá que había llegado de trabajar”, añadió.

De acuerdo con la denuncia pública, la niña estaba atemorizada y llena de sangre, y como si fuera poco lo que acaba de hacer, el señalado cuestionó a la menor de edad por haberle manchado las sábanas.

La revictimización

Además de soportar el abuso del que fue víctima, la menor de edad ha cargando con el peso de la revictimización no solo por parte de sus compañeros de colegio, que de acuerdo con su mamá han sido muy crueles, sino de la alta sociedad de Ibagué.

Según la denuncia, desde que el caso se dio a conocer, las familias de la élite en esa ciudad no solo han tomado distancia y evitan relacionarse con el tema, sino que, en ocasiones, de manera cruel, han intentado dar la vuelta a la historia pintando al joven como un “pobre adolescente al que le quieren arruinar la vida”.

La niña tuvo que continuar con sus estudios de manera virtual para evitar el escarnio público y afrontar los señalamientos en compañía de pocas personas pues la mayoría de sus amigos tomaron distancia para no meterse en líos.

El proceso judicial también ha sido todo un viacrucis, según la mamá de la niña, pues han gastado no solo dinero sino tiempo en un caso que ha estado a punto de ser archivado y que parece no avanzar.

“El proceso legal ha sido lento y con muchos inconvenientes. Lo que nos hace sentir olvidadas por parte de quien tiene supuesta la obligación de proteger a las víctimas: la Fiscalía general de la Nación. Nos asusta porque la familia del señalado tiene mucho dinero y sabemos que en Colombia este tipo de casos se entierran con plata con mucha facilidad”, escribió la mujer.

Sobre el presunto violador, la mamá de la niña informó que ya es mayor de edad y que fue expulsado del prestigioso colegio por estar inmiscuido en otros casos de abuso contra menores de edad. Incluso, se supo que el joven divulgó fotos íntimas de una niña que estaba tres cursos más abajo de él.

Con la denuncia pública, la madre de la menor espera que finalmente las autoridades competentes le den a su caso la importancia que merece y por fin se haga justicia.

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