La Secretaria General de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), Ana María Castaño Álvarez, ha denunciado públicamente que se le solicitó su renuncia por parte del actual Director General, Carlos Carrillo, a pesar de encontrarse en estado de embarazo de alto riesgo.
Esta solicitud se le hizo el pasado 14 de marzo, en una reunión privada, sin permitirle el acceso con su teléfono móvil. Castaño Álvarez, quien había presentado su dimisión el 4 de marzo y luego se retractó tras confirmar su gestación, asegura que esta acción contradice las protecciones legales por embarazo y capacidad médica en Colombia. En conversación con Semana, Castaño Álvarez contó su versión.
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“El director Carillo llegó el martes. No habíamos tenido la oportunidad de hablar de cara a cara y ayer (jueves) me citó a su despacho. Me pide que entre sin celular. Entro con el celular y pensé que íbamos a hablar de temas de trabajo, yo le iba a mostrar una incapacidad que tengo de treinta días que me dio mi ginecólogo, porque tengo un embarazo de alto riesgo, tengo 40 años”, explicó en Semana.
Los detalles del incidente revelan que el conflicto comenzó a principios de marzo, cuando Castaño Álvarez inicialmente, renunció a su cargo. Sin embargo, tras confirmar su embarazo y presentar una incapacidad médica de treinta días debido a riesgos asociados, intentó retractarse de su decisión.
Durante el encuentro con el director Carrillo, en el que se esperaba tratar asuntos de índole profesional, se le exigió su carta de renuncia antes de la finalización de la jornada laboral. Castaño Álvarez rehusó cumplir con esta demanda, enfatizando su estado de vulnerabilidad y protección legal.
“Cuando él me llama y me pide la renuncia, pese a que sabe de mi estado, de que se lo manifesté y de frente le dije que no iba a presentar la carta, que él conocía mi estado de embarazo. Salgo de la oficina de él y le paso mi incapacidad. Él en este momento está sobrepasando dos fueros que yo tengo: protección por mi embarazo y por incapacidad. Él puede perfectamente declararme insubsistente, que me declara insubsistente”, siguió narrando Castaño en Semana.
El caso engendra preocupaciones sobre las políticas y prácticas organizativas internas en la Ungrd, particularmente en áreas relacionadas con los derechos y protecciones de empleados en situaciones especiales, como el embarazo.
La funcionaria aclaró que su vinculación a la entidad fue respaldada por el exdirector Olmedo López y una congresista del Pacto Histórico, descartando las afirmaciones acerca de su supuesta influencia y cercanía con López, especialmente tras su renuncia vinculada a un escándalo administrativo.
Castaño narró con detalle el proceso en el que se le fue informada el requerimiento de su renuncia, “La reunión empezó cordial. Hablamos de mi hoja de vida, me preguntó de mi trayectoria y hubo un momento en el que me dijo que esperaba mi carta de renuncia antes de las 6 de la tarde. Lo miré y le dije: ‘Director, usted sabe que yo estoy embarazada’. Me dijo que no sabía, pero a él el cargo se lo entregó la doctora Elga y ella muy bien sabía que yo estaba embarazada... Carrillo quiso enlodar mi nombre. Yo no era la mano derecha de Olmedo. Si renuncio, renunciaría al derecho que tengo como materna. Me siento muy vulnerada y muy afectada. Anoche no dormí. Estoy de claro en claro. A mí no me gustan los escándalos, pero si este señor me la va a poner así, pues yo estoy en capacidad de responderle. Yo tengo un bebé que se está gestando dentro de mí y él (el bebé) tiene una mamá que tiene voz, porque yo estoy defendiendo los derechos míos y los de mi hijo. Voy a luchar por ellos”
Carlos Carrillo, por su parte, ha hecho declaraciones indicando que solicitó la renuncia a Castaño como un procedimiento estándar, asegurando la permanencia de ella en la institución pese a la falta de entrega de la carta solicitada. Este caso sigue desarrollándose y plantea interrogantes sobre la gestión de recursos humanos y la protección al trabajador en situaciones de vulnerabilidad dentro del sector público colombiano.