Durante la Asamblea General de Afiliados de Camacol Bolívar, el presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Construcción, Guillermo Herrera, presentó las cifras de construcción y venta de viviendas en Colombia con corte a febrero de 2024.
Para los primeros dos meses del año, es decir, enero y febrero, se registró la venta de 20.285 viviendas. Lo anterior, representa una disminución del 24,5 % frente al primer bimestre de 2023.
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De acuerdo con Camacol, la vivienda de interés social (VIS) acumuló 20 meses consecutivos de disminución, mientras que las iniciaciones completaron 12 meses consecutivos de resultados negativos y acumularon una variación de -39,1 % en el primer bimestre de 2024.
“Nos preocupa la persistencia de las caídas en los indicadores comerciales. Seguimos registrando variaciones negativas pronunciadas, a pesar de que nos comparamos con 2023, que fue un año malo en términos comerciales”, señaló Herrera, quien agregó que, tal como venía anunciando Camacol hace meses, los inicios de nuevas obras empiezan a mostrar mayores niveles de deterioro.
“Los inicios de obra son el indicador que más cae en lo corrido de 2024 y, por eso, revertir esta tendencia es fundamental para evitar que la generación de empleo, que presenta reducciones desde 2023, se siga afectando”, señaló el presidente ejecutivo de Camacol.
Destacó que si bien el sector financiero viene promoviendo mejores condiciones de financiación para la adquisición de vivienda, la reactivación de este mercado requiere de medidas que permitan generar un impulso más allá del derivado de la reducción en las tasas de interés.
“Hay que aumentar el inicio de obras para proteger el empleo”: Camacol
Para Guillermo Herrera, un país con la dinámica poblacional de Colombia requiere de un sector constructor que tenga la capacidad de superar las 250.000 viviendas iniciadas por año. Actualmente, la cifra se ubica por debajo de las 130.000 unidades, lo cual resulta insuficiente para cubrir la formación de hogares, que se estima en cerca de 370.000 por año, y atender el déficit cuantitativo de vivienda que afecta a cerca de 1,3 millones de hogares.
“Una población dinámica requiere de un sector de la construcción que amplíe su producción en el tiempo y de instrumentos de política que permitan que cada vez más colombianos puedan ser propietarios”, apuntó Herrera, quien además indicó que Colombia necesita incrementar su inversión pública en vivienda como porcentaje del gasto social en lugar de limitarlo.
El dirigente gremial también destacó el papel de los empresarios de la construcción y la amplia oferta de vivienda en el país, que hoy registra cerca de 170.000 unidades disponibles para la venta. Así mismo, durante la intervención exaltó el apoyo del Banco de la República, que en los últimos meses ha venido promoviendo reducciones importantes en las tasas de interés para adquisición de vivienda, gracias a las mejores perspectivas de liquidez.
Sin embargo, enfatizó en que el potencial de reactivación derivado exclusivamente de la reducción en las tasas de interés es limitado, de manera que será necesario impulsar programas públicos de vivienda, a nivel nacional y local, para generar una reactivación pronta y efectiva.
El presidente de Camacol también afirmó que “el país cuenta con un conjunto de instrumentos para promover la reactivación a partir de la construcción de vivienda que han sido eficaces en el pasado y demandan una inversión muy inferior al impacto que pueden generar en el sector y en la economía”. De acuerdo con las estimaciones del gremio, con una inversión pública adicional de $1 billón se movilizaría cerca de $40 billones en ventas que impulsarían más de 270.000 empleos por año durante cuatro años.