En un contundente discurso enviado a los líderes políticos y delegados reunidos en la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas en Viena, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuestionó la efectividad de la guerra contra las drogas, afirmando que esta “ha fracasado”.
El mandatario colombiano no escatimó en señalar las fallas del actual régimen internacional de fiscalización de drogas. En esa misma línea anunció que si la ONU no apoya el enfoque que propone para cambiar el paradigma de la lucha contra las drogas, entonces seguiría adelante sin el respaldo de la organización supranacional.
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Según expresó, su fracaso se puede evidenciar en el último Informe Mundial de Drogas de la Unodc (Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito). Petro destacó cómo las drogas ilícitas siguen al alcance de todos, mientras que las medicinas controladas no llegan a quienes más las necesitan, subrayando así la ineficacia del sistema global actual.
Las razones por las que la guerra contra las drogas ha fracasado, según Petro
En lugar de seguir por el camino de la prohibición y la criminalización, Petro abogó por una política de reducción de daños que priorice un enfoque de salud pública, señalando cuatro situaciones que dan cuenta de los errores en la lucha contra las drogas:
- El aumento del consumo de fentanilo en Estados Unidos, que, según dijo Petro, lleva más de cien mil muertos al año.
- Un millón de asesinados en América Latina, siendo la región más violenta del mundo debido a la criminalización de las drogas.
- Decenas de millones de presos por toda la cadena del narcotráfico, incluido el campesinado que produce hoja de coca.
- La destrucción de la democracia por la corrupción y por la toma armada de territorios por organizaciones criminales en América Latina.
Asimismo, instó a la Comisión de Estupefacientes a reconocer la estrecha relación entre el tráfico de armas, el lavado de activos y la corrupción con el fenómeno global de las drogas ilícitas.
Según explicó la política actual solo ha generado brechas sociales: “Las mafias de las drogas que se crean por la prohibición y la criminalización trasladan sus dineros al norte para el beneficio del sistema financiero, controlado por los grandes capitales y dejan en nuestro sur global violencia y destrucción”.
“Empezaremos en nuestra región de América Latina y el Caribe y queremos llevar este debate al resto del mundo. Un ex presidente de Estados Unidos dijo: ‘Con Naciones Unidas, cuando sea posible. Sin Naciones Unidas, cuando sea necesario’. Nosotros creemos que todo lo debemos hacer con Naciones Unidas, pero no con unas Naciones Unidas sordas, ciegas y en silencio”, dijo al concluir su alocución.
Antes, sin embargo, Petro insistió en que se considerara el enfoque de una política antidrogas centrado en la salud pública y en que no se replicaran las estrategias implementadas hasta ahora: “Colombia puso en práctica todas las fórmulas equivocadas (...) Pusimos los muertos, le entregamos a soldados y policías una misión imposible. Desperdiciamos dineros de nuestro presupuesto. Convertimos a nuestras comunidades campesinas, indígenas y afros en enemigos. Violamos derechos de manera masiva (...) por una guerra que querían otros”.
Esta no es la primera vez que el mandatario colombiano se refiere a este tema expresando su inconformidad sobre el enfoque para combatir el narcotráfico; de hecho, cuando ocurrió la crisis de orden público en Ecuador, Petro dijo que la situación era consecuencia precisamente de una ineficaz política antidrogas.
En su momento Gustavo Petro, hizo referencia a la creciente expansión de bandas internacionales y señaló: ”El crimen hoy es multinacional y multicrimen. En América, la expansión de poderosas bandas internacionales tiene que ver con una política antidrogas equivocada”.
Gustavo Petro defendió la hoja de coca en su discurso sobre la lucha contra las drogas
“Lo que el mundo llama problema mundial de las drogas refleja, más que nada, la soledad de millones de personas en sociedades desarrolladas”, mencionó el presidente. Agregó que no existe un problema de drogas, sino uno de desarrollo.
“Nuestra política nacional de drogas pone a los derechos fundamentales de los colombianos en el corazón de nuestra acción”. Enseguida puso como ejemplo la hoja de coca, diciendo que hace parte de nuestra historia y que no es ella el problema. “Daremos oxígeno al campesinado que cultiva la hoja de coca y asfixiaremos a quienes se lucran traficando la cocaína”.
Según dijo, su política centrada en la salud pública sería parte de la iniciativa de paz total: “La paz con las comunidades locales. Y la paz con la naturaleza. El derecho a la vida por encima de todo”.