Julio, el profesor que está escribiendo su propia novela al interior de la cárcel Distrital en Bogotá

Aunque lleva tres años y cuatro meses pagando su condena, ha encontrado en la escritura una forma de librarse del peso de estar encerrado entre cuatro paredes

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Gracias a los talleres de escritura de la Cárcel Distrital, Julio decidió contar su historia de vida en una novela - crédito @SeguridadBOG/X

Entre la preparación de los presos para quedar en libertad, enmarcada en los Lineamientos para la Prevención de la reincidencia desde un modelo de atención pospenitenciaria y pos-egreso del Ministerio de Justicia, las personas que se encuentran recluidas en las cárceles pueden asistir a talleres que les permitan adquirir herramientas que resultan ser útiles al momento de recuperar su libertad.

Entre los asistentes a los talleres de redención de pena que se dictan en la cárcel Distrital de Bogotá se encuentra un recluso identificado como Julio, un profesor de universidad que ha aprovechado su tiempo de reclusión para escribir una novela sobre su experiencia en el centro penitenciario.

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Julio perdió su libertad hace 40 meses, tiempo que ha invertido en participar de los talleres de escritura que se dictan en la cárcel Distrital, lo que lo ha llevado a contar su historia de vida en forma de novela.

“Mi vida en libertad transcurría en trabajar en universidades públicas y privadas como docente, como director, como catedrático”, explicó Julio en entrevista con la Secretaría de Seguridad de Bogotá.

A Julio es común verlo con un libro y un lápiz recorriendo los pasillos de la cárcel, y aunque aseguró que estar recluido entre cuatro paredes no es fácil, siempre se le ve alegre, inclusive, sus compañeros de pabellón le piden recomendaciones de libros y consejos de escritura.

Julio hace parte de los
Julio hace parte de los talleres de escritura de la cárcel Distrital - crédito Cristian Ruíz/Secretaría de Seguridad

“Entrar acá a estas cuatro paredes, todo esto de cemento, esta mole de cemento es muy difícil, es otro mundo. Cárcel es cárcel”, dijo.

Por eso, una de las maneras que Julio encontró para sacar provecho del tiempo de su condena fue la de escribir, una actividad que le permite pasar las horas y liberar un poco su vida del peso de estar en la cárcel.

“El estar uno 12 horas en un pabellón genera cierta incertidumbre, cierta angustia, pero si yo tengo la oportunidad de escribir, eso me permite poder liberarme de ese peso, de esa carga que pueda tener en un momento determinado”, aseguró.

La escritura para Julio se ha convertido en algo más que una herramienta para pasar el tiempo, pues también le ha permitido narrar lo sucedido desde el momento en el que perdió su libertad y plasmar en papel las experiencias que ha vivido dentro del penal en una novela titulada Los senderos de la cárcel.

Julio ha encontrado en la
Julio ha encontrado en la escritura una forma de liberarse en la cárcel - crédito Cristian Ruíz/Secretaría de Seguridad

“Yo estoy escribiendo una novela, se llama Los senderos de la cárcel y es desde el momento en que fui capturado hasta que he pasado por todo este proceso de la detención y de estar en la cárcel distrital de varones y anexo de mujeres”, agregó.

Pero, el profesor también ha encontrado en su trabajo desde la biblioteca de la cárcel una forma de ayudar y contribuir a los demás compañeros que se encuentran recluidos, inclusive, confesó que se siente como en dictando una cátedra universitaria: “Para mí eso es una gran satisfacción, poder entregar mis aportes desde biblioteca a los diversos pabellones donde estamos recluidos más de mil compañeros, para mí es como si estuviera dando una cátedra en una universidad”.

Julio aseguró que es una
Julio aseguró que es una gran satisfacción poder entregar sus aportes a sus compañeros desde la biblioteca de la cárcel - crédito Camila Díaz/Colprensa

Preparación para la libertad en las cárceles

De acuerdo con el Ministerio de Justicia, la preparación para la libertad es un espacio en el que los reclusos pueden desarrollar actividades que los preparen, tanto individual como familiarmente, para el proceso de recobrar su libertad.

A través de esta estrategia, las personas privadas de su libertad pueden avanzar en su proceso de resocialización y afrontar la vida en libertad a través de la potencialización de sus habilidades y competencias.

Los talleres a los que pueden asistir los reclusos están pensados para fortalecer la formación de competencias duras y blandas, las cuales, les permitirán suplir la demanda del mercado una vez estén en libertad.

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