Luego de que su esposo la invitara a comerse una tanda de grillos en México, la colombiana María Claudia Quintero Lemus y su madre, aprovecharon una visita a Colombia para hacerlo probar los famosos “chuzos” que venden en puestos callejeros y que, por su bajo precio, han despertado dudas y comentarios negativos sobre la procedencia de su carne.
Cuando la pareja estaba de visita en Ocaña, Norte de Santander, a Claudia se le ocurrió como broma dejar que su esposo probara los chuzo o pinchos y luego inventar que estaban hechos de carne de burro y de perro en condición de calle, un rumor popular que lleva años circulando, pero que los vendedores niegan desde siempre.
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Esposa: (risas).
Suegra: Eso, carne de burro.
Esposa: Esooo.
Mexicano: ¿Carne de qué?
Esposa: De burro.
Mexicano: ¿En serio?
Suegra: Eso es carne de burro ¿por qué crees que eso puede ser carne de vaca tan barato?
Mexicano: ¿Neta?
Suegra: Allá (en México) me hiciste comer grillos... yo te hago comer burro.
Esposa: Por eso es más dura.
Suegra: Y más arriba es de perro.
Su macabro, pero entretenido juego psicológico no pasó desapercibido en redes sociales, donde en plataformas como TikTok logró alcanzar el millón y medio de vistas y las 150 mil interacciones, entre me gustas y comentarios.
Mexicano: Cállate, Claudia ¿Hay carne de perro?
Suegra: Los matan.
Esposa: Los callejeritos que ya están enfermos.
Mexicano: ¿Y se los comen?
Suegra: Ayyy, no, mentiras (risas), qué pecado.
Mexicano: ¿O sea, sí es burro o no?
Suegra: No, mentira. Es carne de vaca ¿tú crees que yo comería burro?
Mexicano: (Risas) Neta, ya me estaba sabiendo diferente.
Al final, ambas fueron delatadas por la risa y no les quedó de otra que admitir que se trataba de carne de res común y corriente. Aunque la idea de la carne de burro a precio de huevo no es del todo falsa; ya que, en el pasado se han desarticulado bandas delincuenciales dedicadas a su producción y venta, sobre todo en el norte de Colombia.
Carne de burro y en mal estado era comercializada hasta hace poco en Barranquilla
En un eficaz operativo llevado a cabo por la Policía Metropolitana de Barranquilla en colaboración con la Fiscalía Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, se logró desmantelar una organización criminal dedicada al sacrificio ilegal de animales como bovinos, porcinos y equinos, destinados a la venta en condiciones insalubres en la ciudad de Barranquilla. La acción policial concluyó con la captura de cinco integrantes de la red y la incautación de una cantidad considerable de carne no apta para el consumo humano.
Este grupo operaba bajo circunstancias alarmantes, confinando a los animales en condiciones deplorables y llevando a cabo los sacrificios en lugares que no se ajustaban a las normativas sanitarias vigentes.
Su modus operandi consistía en la distribución de productos cárnicos en mal estado a comercios y tiendas en áreas populares de Barranquilla, con precios inferiores a los estándares del mercado. Por suerte, las autoridades incautaron aproximadamente tres toneladas de estos carnicos que representaban un serio peligro para la salud pública.
Además, las secretarías de Gobierno y Salud de Barranquilla advirtieron sobre el impacto económico y de salud que implica la comercialización ilegal de carne de equino en la región, generando ingresos de hasta $4.320 millones anuales pero poniendo en riesgo la salud de la población.
Estas prácticas han sido señaladas anteriormente, destacando el aumento en el consumo de proteínas alternativas como respuesta al incremento en el costo de vida, una situación que según el concejal Antonio Bohórquez, conlleva a que familias de bajos recursos recurran a opciones poco seguras para satisfacer sus necesidades alimenticias. Como lo mencionó en entrevista para el diario La Libertad, existe una alarmante prevalencia de inseguridad alimentaria en ciertos sectores de la ciudad, donde un porcentaje sustancial de la población informa tener acceso únicamente a una o dos comidas diarias.
“En Barranquilla está pasando que la gente come carne de burro y de caballo, eso es innegable, si quiere podemos hacer un tour. Cuando miramos las cifras de Barranquilla, cómo vamos sobre inseguridad alimentaria es escandalosa, pues en el suroccidente el 61% de encuestados, plantea que solo comen una o dos veces al día y lo que hacen es rebuscarse de esta manera para subsistir hacer un guiso y engañar al estómago”.