Claudia Aguilera hizo un llamado a la comunidad internacional ante la incapacidad de la Justicia en Paraguay para poder establecer que organización criminal ordenó el asesinato de su esposo, el fiscal Marcelo Pecci, quien fue ultimado por sicarios en la isla de Barú, en zona insular de Cartagena en mayo de 2022.
La petición de la viuda del emblemático funcionario surgió luego de que la Fiscalía paraguaya admitiera que no cuentan con una infraestructura adecuada para investigar ese magnicidio que consternó a los dos países.
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“Me es oportuno expresar enérgicamente mi preocupación y consternación ante el reconocimiento público de las casi nulas probabilidades de esclarecer en Paraguay quiénes fueron los mandantes del atentado contra la vida de Marcelo Pecci”, afirmó en un comunicado.
Su queja surgió luego de que el Fiscal General en el país suramericano, Emiliano Rolón, aseveró que ni ‘el mago Mandrake’ podría resolver el caso, declaración que atenuó en una entrevista posterior en el medio guaraní Radio ABC.
“Lo que quise decir es que con la realidad con que nos manejamos, nosotros esperamos milagros y no es tanto así”, aseveró el funcionario, quien recordó que la autoría material fue descubierta por Colombia gracias a la tecnología con la que cuenta el organismo investigador local.
De hecho recordó que por este hecho en la Justicia colombiana se tienen siete condenas por el homicidio de Pecci, mientras que en su país son pocos los avances.
“El Paraguay está todavía en la época de señales de humo; entonces, esto hay que decirlo con franqueza, porque yo quiero mejorar para que también sea el sistema de justicia una garantía”, afirmó Rolón.
Por estas expresiones, Aguilera señaló que develar los móviles del crimen era una forma de rendir un homenaje a la lucha contra el crimen que encabezó su esposo.
“Solicito humanidad ante el dolor que sentimos, consideración a la memoria de Marcelo Pecci y respeto al trabajo que le costó la vida; pido empatía y compromiso para que se luche de manera incansable hasta saber la verdad, ya que esto no sólo traerá un pequeño consuelo a nuestras almas, sino que será un indicio de paz y justicia para el pueblo paraguayo”, instó.
Además, exhortó a la Presidencia y al Congreso de su país a utilizar sus mayorías legislativas para reasignar los recursos necesarios para que la Fiscalía y la Policía “puedan esclarecer este magnicidio”.
“De lo contrario, no sólo se emite un mensaje de impunidad para las bandas criminales y terroristas, sino que todos se convierten en cómplices pasivos de estos grupos”, advirtió.
Por ahora, y de acuerdo a lo que arrojaron las investigaciones en Colombia, se tienen indicios que la autoría intelectual del asesinato del fiscal Pecci fue del Primer Comando de la Capital (PCC), banda nacida en las prisiones de Brasil y que hoy tiene tentáculos en casi toda la región. Por este caso, se han dado capturas en Venezuela y El Salvador.
Precisamente, a mediados de febrero, en el Juzgado Tercero con funciones de conocimiento del circuito de Cartagena condenaron a 39 años de cárcel a Margareth Lizeth Chacón Zúñiga, que fue hallada culpable de participar en la planeación del asesinato de Pecci.
La pena que le impusieron se dio por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, luego de que la Fiscalía colombiana probara que estuvo en cuatro reuniones, en Medellín y Cartagena, con los hermanos Andrés Felipe Pérez Hoyos y Ramón Emilio Pérez Hoyos, y Francisco Luis Correa Galeano, el testigo estrella en ese proceso, días antes de que se perpetrara el homicidio, informaron en el periódico regional Vanguardia.