La Secretaría de Movilidad de Bogotá estableció una serie de criterios indispensables que pretenden garantizar la seguridad y la integridad de los menores de edad durante su transporte en rutas escolares.
Entre enero y junio de 2022, se reportaron quince accidentes en vehículos destinados al transporte escolar, resultando en setenta heridos y la lamentable pérdida de diez menores de edad, revelan datos de la Defensoría del Pueblo. Esta cifra posiciona a los incidentes viales como la principal causa de lesiones fatales en niños y jóvenes colombianos entre 0 y 17 años.
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Ante este alarmante panorama, la entidad ha especificado nueve condiciones esenciales que deben cumplir las rutas escolares para operar de forma segura. Estas medidas buscan mitigar el riesgo de accidentes y garantizar el bienestar de los estudiantes que utilizan este medio de transporte semanalmente.
La implementación de tales requisitos es vista como una respuesta necesaria para enfrentar el incremento de siniestros viales que afectan directamente a este segmento vulnerable de la población.
La Defensoría del Pueblo subraya la importancia de adoptar estos estándares de seguridad, argumentando que es imperativo para las autoridades pertinentes realizar un seguimiento riguroso a la implementación y cumplimiento de estas medidas. Además, insta a los padres de familia a verificar que los vehículos de transporte escolar cumplan con las normativas establecidas antes de confiar el traslado de sus hijos a estos servicios.
La seguridad de los menores es una prioridad que requiere la cooperación de todos los actores involucrados en el sector del transporte escolar.
El llamado de atención sobre esta problemática enfatiza la necesidad de una acción conjunta y coordinada para prevenir futuros incidentes, protegiendo así la integridad física de los estudiantes en su camino a la educación.
Conozca cuáles son los requisitos para que el transporte escolar pueda operar en Bogotá
Para garantizar la seguridad y bienestar de niños y jóvenes menores durante su traslado a instituciones educativas, las autoridades establecieron un conjunto de nueve requisitos indispensables que las rutas escolares deben cumplir. Entre ellos, destacan la documentación vigente del vehículo, el mantenimiento de los cinturones de seguridad, la presencia de un monitor con conocimientos en primeros auxilios, y medidas de seguridad tales como la disposición de un extintor y un botiquín.
La normativa especifica que todos los vehículos destinados al transporte escolar deben poseer documentos al día como la licencia de tránsito, licencia de conducción, tarjeta de operación, Soat y revisión técnico mecánica. Además, es imprescindible que cuenten con un contrato de servicio detallado y un monitor a bordo que esté capacitado en primeros auxilios y prevención de riesgos. La correcta sujeción de los asientos y el estado óptimo de los cinturones de seguridad son igualmente cruciales para evitar accidentes.
Las medidas de seguridad extendidas no se limitan a la documentación y el estado del vehículo. El transporte escolar debe estar equipado con un botiquín de primeros auxilios, un extintor de incendios con carga vigente, y una llanta de repuesto.
Además, se requiere que exhiban una leyenda visible en la que se pregunte “¿Cómo conduzco?” tanto en el interior como en el exterior del vehículo, y porten la franja escolar reglamentaria en la parte trasera del mismo. Estas disposiciones buscan no solo prevenir situaciones de riesgo, sino también involucrar a la comunidad en el monitoreo y la evaluación del servicio de transporte escolar.
Estas regulaciones son fundamentales para asegurar viajes seguros a los estudiantes, mitigando los riesgos asociados al transporte escolar y fomentando un entorno seguro y confiable tanto para los padres de familia como para los propios estudiantes. Las autoridades continúan enfatizando la importancia de cumplir con todas estas condiciones, recordando a los operadores de rutas escolares la responsabilidad que tienen de garantizar la seguridad y la integridad de los menores a su cargo.