Ladrones engañan a vendedores por redes sociales: interceptan a domiciliarios y se quedan con los productos

Mientras buscan la dirección son interceptados por cuatro hombres armados en el sur de la ciudad

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La policía ya está al tanto de sus actividades ilícitas - crédito Sascha Steinbah / EFE
La policía ya está al tanto de sus actividades ilícitas - crédito Sascha Steinbah / EFE

Tras años de estar trabajado en ciberestrategias para hacer del comercio electrónico (e-commerce) una alternativa segura, las ventas por Internet vuelven a generar inquietud, sobre todo entre comercios en línea que realizan sus envíos al barrio Madelena, en el sur de Bogotá.

En la frontera entre las localidades de Ciudad Bolívar y Tunjuelito, los últimos meses se han registrado múltiples denuncias por robos a domiciliarios, que son contratados para entregar pedidos realizados a través de las redes sociales, pero rara vez llegan a su destino.

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Mientras buscan la dirección de entrega son interceptados por un grupo de cuatro motociclistas, armados hasta los dientes, que los despojan de sus paquetes y luego se dan a la fuga, como si supieran lo que hay dentro.

Vendedores estarían viéndose afectados por la misma banda en este punto de la ciudad - crédito Zacharie Scheurer/dpa
Vendedores estarían viéndose afectados por la misma banda en este punto de la ciudad - crédito Zacharie Scheurer/dpa

Se esconden en los árboles y la oscuridad les ayuda a pasar desapercibidos. Y al momento, atrapan a su víctima. No le quitan la moto, pero si lo que tiene puesto (el envío). Ellos andan con armas”, detalló un habitante del sector en conversaciones con Blu Radio.

Por lo general, piden computadores, celulares de alta gama y consolas de video, con las que huyen en dirección al barrio Isla del Sol, antes de que la Policía Metropolitana logre presentarse en el lugar, según informó el Ojo de la noche.

Sin embargo, aun cuando llegan, la situación es confusa, debido a que los agentes no saben si el caso corresponde a la localidad de Tunjuelito o a la de Ciudad Bolívar.

“Es una problemática ya disparada por todo lado. (los ladrones) Piden el domicilio, la persona (el domiciliario) muy inocentemente busca la dirección y mientras logra ubicarla ya la están pisteando”, mientras, los robos siguen impunes, sin ser asignados por la disyuntiva entre policías de una y otra localidad.

Los domiciliarios son atracados antes de realizar la supuesta entrega - crédito Sascha Steinbach / EFE
Los domiciliarios son atracados antes de realizar la supuesta entrega - crédito Sascha Steinbach / EFE

Viaje al exterior se vio frustrado por ladrones que utilizan esta misma modalidad:

En otro caso de estafa en línea registrado en diciembre del 2023, un joven bogotano fue víctima de un fraude que resultó en la pérdida de bienes valorados en aproximadamente 25 millones de pesos (alrededor de 6,500 USD).

El incidente, que se suma a la creciente lista de delitos cibernéticos relacionados con las ventas por internet, fue reportado la última semana del 2023, afectando no solo las transacciones financieras del joven, sino también sus planes de migrar hacia los Estados Unidos.

La víctima, quien había planeado esta venta como una manera de financiar el viaje, compartió su experiencia con Blu Radio, destacando la facilidad con que los estafadores pueden manipular la confianza de vendedores en línea.

El joven víctima acompañó al supuesto comprador por el dinero ye este escapó - crédito Kaspersky
El joven víctima acompañó al supuesto comprador por el dinero ye este escapó - crédito Kaspersky

El ladrón, quien se presentó bajo el nombre de Cristian Alberto Zapata Agudelo, contactó al joven a través de redes sociales expresando su interés en comprar los artículos ofrecidos en lo que se describió como una venta de garaje virtual.

Después de acordar la venta, Zapata Agudelo propuso recoger personalmente los bienes utilizando un furgón. En el día acordado, ambos se dirigieron a un cajero automático para realizar el pago, momento en el cual el supuesto comprador utilizó la excusa de atender una llamada telefónica para abandonar la escena y tomar los objetos sin realizar el pago.

La situación dejó al joven sin los fondos que había anticipado para su viaje y con la necesidad de denunciar el fraude ante la Fiscalía. “Eso es lo que tenemos nosotros, que nos confiamos de las personas a las que realmente creemos de buena fe, para poder ofrecerles las cosas que conseguimos lamentó la víctima en entrevista para el medio citado.

Entre más personas utilizan al internet para comprar y vender sus objetos sobrantes, al parecer, aumentan las oportunidades para que operadores de fraude en línea exploten la confianza de los vendedores y así, de una u otra manera, se embolsillen los artículos en venta sin realizar el pago.

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